Las personas sin recursos tardan cada vez más en salir de la pobreza

María Jesús Fuente Decimavilla
maría j. fuente VIGO / LA VOZ

VIGO CIUDAD

XOAN CARLOS GIL

Más de una veintena de colectivos reivindican en Vigo medidas para erradicarla

18 oct 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Los pobres no solo no se reducen sino que tardan más tiempo en lograr salir de esa situación. Lo constata Cáritas a través de sus programas enfocados a paliar esta lacra social. «Aunque los informes macroeconómicos hablan de una mejoría, nuestra observación diaria en Cáritas Diocesana de Tui-Vigo no indica que las personas en situación de precariedad la estén percibiendo. Las que acuden a nosotros se mantienen en número, pero aumentan los tiempos para ver una pequeña luz al final del túnel: grandes dificultades para lograr la reinserción social e incluso períodos de tiempo más largos, a veces de un año, para lograr alguna prestación de carácter social», comenta el director de la entidad Gonzalo Davila.

Tiene claro que «es necesario seguir recordando que el primer ODS (Objetivo de Desarrollo Sostenible) es la erradicación de la pobreza. De aquí la necesidad de que los organismos públicos promuevan, de verdad, la creación de empleo para las personas desfavorecidas y aumenten el apoyo familiar y la protección social. Nadie puede vivir con un mínimo de dignidad si no es capaz de cubrir sus necesidades básicas». Las declaraciones fueron hechas ayer con motivo del Día Internacional para la Erradicación de la Pobreza.

Pocos problemas logran aunar en Vigo a tantos colectivos. La fórmula elegida para denunciar la situación de cientos de personas fue un círculo de silencio, el primer acto de este tipo que se organiza en la ciudad. Convocado en La Farola de Urzaiz por la Red Social Galicia Sur, contó con el apoyo de más de una veintena de entidades.

La organización expresó su deseo de no permanecer indiferente y exigió «outras políticas e outras miradas comprometidas coas persoas antes que cos capitais, cos dereitos antes que cos poderes, coa vida digna antes que coa represión xeneralizada».

La Marcha Mundial das Mulleres llevó sus reivindicaciones a las estatuas de Vigo. Algunas como el llamado dinosetito de la Porta do Sol lucían un cartel en el que se podían leer las carencias de los ciudadanos sin recursos que no pueden ver la televisión, poner una lavadora, afrontar gastos imprevistos o, simplemente, comer. Escenificó la penuria en O Calvario con siluetas.

Para otros activistas de la ciudad comprometidos con los temas sociales, como Antón Bouzas, del Foro Socioeducativo Os Ninguéns, «la pobreza es el fracaso de los valores democráticos, una grave enfermedad biopsicosocial». Recordó que en Vigo (según la Rede Galega de Loita contra a Pobreza, el INE y el Ministerio de Emprego) hay 61.400 personas en esa situación. El colectivo ha enviado una carta a la ministra de Sanidad, Consumo y Bienestar, María Luisa Carcedo, reclamándole un pacto institucional a favor de la población empobrecida.

La presidenta de la Federación de Vecinos, María Pérez, exigió también ayer un mejor trato social para los ciudadanos de Vigo, tanto a la hora de gestionar y valorar las ayudas como en la creación de empleo.

Elisa Pérez, exportavoz de la Red de Solidaridad Popular, pidió al alcalde que «no encienda las luces, porque mientras haya personas sin techo en la calle preferimos ver las estrellas igual que ellos».

Proponen que el presupuesto para el cheque social esté disponible todo el año

El presupuesto para el llamado cheque social debería estar disponible durante todo el año para que las personas que lo necesiten puedan recurrir a él. La propuesta parte del colectivo Os Ninguéns. Cree que de esta forma se evitarían muchas situaciones injustas como la acumulación de recibos impagados e incluso el desahucio. En su opinión, se trataría de repartir «aquí y ahora», según lo fueran necesitando las personas empobrecidas y no de una sola vez al año. La eliminación de burocracia es otra de las acciones que sugiere para evitar acudir una y otra vez con la misma documentación.

Con esta nueva fórmula también se eliminaría el retraso que acumula año tras año la concesión de las ayudas. En esta ocasión se anunció en junio que estarían en un par de meses y los solicitantes aún están a la espera que se den a conocer esta semana. El Concello destina 2,5 millones a este fin repartidos para comida, energía y pago de alquileres o hipotecas.

El albergue municipal mejoró la situación, pero sigue resultando insuficiente

Las 38 plazas del albergue municipal de Marqués de Valterra mejoraron la situación de las personas sin techo, pero aún resultan insuficientes. De demostrarlo se han encargado los responsables de la acampada de la Praza do Rei. «De los primeros 16 días de este mes, solo hubo dos que no quedó nadie en la calle. El resto, en esos otros 14 días, fueron 85 los usuarios que atendimos porque no pudieron entrar», explica Juan Carollo, miembro de la acampada. En total, dice, desde primeros de año son 900 los posibles usuarios que recogieron. Asegura que para dar fe de ello cada día que sucede esto llaman a la Policía Local y lo presentan por registro en el Concello.

«Estoy estudiando emprender acciones judiciales por omisión de socorro a todas las personas que han quedado fuera», indica.

Desde el Concello recuerdan que Vigo es la única ciudad de Galicia que tiene un albergue municipal para indigentes y que también deberían poner de su parte desde otras administraciones. La mayoría de los concellos suscriben convenios con entidades sociales o religiosas.

«Me han denegado la ayuda, tendré que reclamar como el año pasado»

El caso de Mari Cruz Prado es uno de tantos. Son cinco de familia y de los tres hijos, dos tienen discapacidad. «El mayor, de 20 años, tiene un 66 % y la pequeña, de ocho, tiene un 34 %.», indica la mujer, disgustada por la mala noticia que le han comunicado anteayer. «Me han denegado la ayuda, tendré que reclamar como hice el año pasado cuando no me la dieron. Me lo dijeron ayer [por el martes] en persona», comenta. En el 2017 cobraba poco más de 500 euros de una risga, pero al concederle la Seguridad Social otra ayuda de 380 euros por tener a su cargo un hijo mayor con discapacidad, la anterior renta de integración social se le redujo y le quedó en algo más de doscientos euros, según indica. «Hace unos meses mi marido encontró un empleo por el que cobra 280 euros y entonces solo nos quedamos con esto y lo de la Seguridad Social de mi hijo», apunta la vecina. El problema surge a la hora de pagar un préstamo personal solicitado en su día para arreglar una casa vieja que había heredado en malas condiciones. «Con los 260 que pago de eso me quedan poco más de 400 euros para vivir los cinco, excepto cada seis meses que me dan 500 euros por un hijo y 125 por el otro. En el Ayuntamiento me han dicho que no me dan la ayuda porque supero la renta. No lo entiendo porque la situación es la misma que el año pasado y al final me lo concedieron», añade.