Barreras, rumbo a beneficios cinco años después de la entrada de Pemex

VIGO CIUDAD

Óscar Vázquez

Liga su futuro al bum de los cruceros, con pedidos que su presidente cifra en 700 millones

13 jun 2019 . Actualizado a las 20:34 h.

Tal día como hoy, hace cuatro años, Hijos de J. Barreras salía del concurso de acreedores en el que cayó en el año 2011 arrastrado por la crisis del tax lease.

Aquel 10 de octubre del 2014, el astillero fiaba su futuro a la corporación mexicana Pemex, que un año antes (en diciembre del 2013) había desembarcado en la empresa haciéndose con el 51 % de las acciones a través de su filial PMI Holdings, con sede en los Países Bajos.

Barreras, animado por la Xunta, se agarró con uñas y dientes al plan de renovación de la flota de la petrolera azteca. Pero el salvavidas pinchó, y el único buque encargado, el flotel Reforma Pemex, entregado en el año 2016, aún sigue dando pérdidas a la factoría, que cerró el ejercicio 2017 con algo más de 3 millones de euros en rojo, tras los 5,5 millones de pérdidas registrados en el 2016.

Ahora el rumbo del astillero está virando para bien, sin ayuda de la petrolera, cuya única función se limita estar sentada en el consejo de administración que se reúne de tarde en tarde.

Una cartera de lujo

A día de hoy, Barreras, que cuenta con larga experiencia en buques de pasaje (para Armas o Balearia), dispone de una flamante cartera de pedidos que se sitúan en la gama más alta de este segmento. Las cifras que alcanza esa carga de trabajo no se recuerdan en el astillero. Su presidente, José García Costas, valora los pedidos firmados en 700 millones de euros.

Un coste de 250 millones

Así lo afirmó este martes, en un pomposo acto de botadura en el que se echó al mar el buque para The Ritz-Carlton, todo un hito para Galicia, que acoge su primera construcción de un crucero de lujo. Su coste asciende a 250 millones de euros. Hay dos unidades más aguardando el visto bueno del armador, para ser hechas en Barreras, pero el encargo dependerá del éxito de esta construcción, que una vez en el agua, tiene por delante un año de trabajo hasta su entrega, prevista para octubre del 2019, según explicó García Costas.

A este pedido se suma la adjudicación de otros dos cruceros para la naviera Havila Shipping, para los que Barreras cuenta ya con la financiación para su entrada en vigor. El coste de ambos barcos de pasaje, que tendrán como destino las rutas turísticas por los fiordos noruegos, es de 300 millones.

Y en cartera está también a punto de caramelo un ferri para la naviera canaria Armas, que será el noveno que el astillero vigués construya para la compañía de pasaje, por una suma de 150 millones de euros.

Si las cosas van bien, los barcos para Noruega deberán estar entregados a finales del 2020; el de Armas, un año después. Esta es, a día de hoy, la hoja de servicios del astillero que Pemex compró hace 5 años por la casi irrisoria suma de 5,1 millones de euros, que convirtió a la petrolera en accionista mayoritario (el 49 % lo tienen a partes iguales los empresarios José García Costas e Ignacio Latxaga).

Vulcano o Metalships

A la espera de poder recoger sus primeros beneficios, probablemente ya en el presente ejercicio, la compañía mexicana se dispone a revisar el pacto firmado en noviembre del 2013 en Ciudad de México por el que la presidencia del astillero seguiría en manos del empresario vigués José García Costas durante un período de seis años, que sitúa la fecha de renovación de la actual presidencia en noviembre del año próximo.

Por ahora, García Costas se vanagloria del buen momento en el que se encuentra el astillero, y de la lujosa carga de trabajo que, si los planes se cumplen, garantiza plena actividad hasta el 2022 a Hijos de J. Barreras y que podría deparar también trabajo subcontratado a algún otro constructor naval de la ría de Vigo (Vulcano o Metalships).

«Tenemos capacidad para todo lo que está previsto. Si fuera necesario hacer algún casco en otro astillero se haría: se está negociando y cuando se está negociando no se dan pistas», manifestó este martes García Costas al ser preguntado por esos detalles.