El gerente pide a los trabajadores que sean ejemplares y no fumen
30 sep 2018 . Actualizado a las 05:00 h.Durante los tres años de vida que tiene el Hospital Álvaro Cunqueiro ha estado vigente la ley antitabaco, esa que dice que está prohibido fumar en los «centros, servicios o establecimientos sanitarios, así como en los espacios al aire libre o cubiertos, comprendidos en sus recintos». Y durante los tres años de vida que tiene el Hospital Álvaro Cunqueiro esa ley se ha incumplido de forma sistemática.
Es un problema que la dirección del área sanitaria detectó hace ya tiempo y que se propone combatir. El gerente, Félix Rubial, anunció esta semana a los trabajadores del hospital en un correo colectivo que se acaba de constituir un comité para el abordaje del tabaquismo. Al mismo tiempo pidió a los sanitarios que demuestren una actitud ejemplarizante. Porque en las consultas existe una indiscutida unanimidad sobre la nocividad del tabaco, pero en su vida privada cada uno hace lo que quiere.
Aunque del correo de Rubial, al que ha tenido acceso este periódico, se desprende que no es una cuestión tan privada. Dicho de otra forma, muchos sanitarios fuman dentro del recinto del Cunqueiro. Y esa sería una primera cuestión que combatir.
Pero el del tabaco es un mal que no entiende de restricciones. En los últimos meses, la dirección del hospital de Beade ha reforzado la cartelería que avisa de que está prohibido encenderse un pitillo. No ha sido suficiente. Junto a las cafeterías siempre hay alguien fumando, cerca de urgencias también, en ocasiones incluso en escaleras interiores o espacios apartados pero dentro del hospital. La literalidad de la ley prohíbe hacerlo dentro de todo el recinto del Cunqueiro, de forma que para echarse un cigarrillo sin vulnerarla, habría que bajar hasta el vial del campus, la avenida Clara Campoamor.
De momento, el comité antitabaco del área sanitaria de Vigo tendrá la misión de estudiar qué ocurre y dónde, para diseñar un plan que acabe con el tabaco en el Cunqueiro. Fuentes de la dirección no consideran que se vaya a actuar de manera agresiva en un principio. En realidad, se podría, ya que la ley antitabaco (la última reforma es del 2010) permite denunciar a cualquiera que consuma tabaco en un espacio prohibido. Cualquier particular puede llamar a la policía. Los agentes tramitan la denuncia ante las autoridades sanitarias y la multa para un ciudadano suele ser de 30 euros, aunque puede ser superior en determinadas circunstancias y si es repetitivo.
Pero a corto plazo no está previsto hacer esas denuncias, sino ir eliminando el problema y ganando agresividad con el tiempo.
En el área sanitaria de Vigo ya existió un comité antitabaco a raíz de la aprobación de las leyes del 2006 y del 2010. Como entonces, en él está la dirección, pero también especialistas en medicina preventiva, en prevención de riesgos laborales y otros. Este nuevo comité de abordaje del tabaquismo también decidirá si se pueden establecer medidas propiamente sanitarias, como recomendar tratamientos a determinados pacientes.
El nuevo comité incorpora una novedad. Forma parte de él una usuaria, algo inaudito en los comités sanitarios, pero que es un reflejo de cómo la dirección del área sanitaria está incorporando poco a poco a los pacientes en la toma de decisiones que después les afectan. Se trata de una persona que, preocupada por ver tanto tabaco en el hospital, trasladó a la dirección sus inquietudes en numerosas ocasiones. Con esa visión de los pacientes, el comité de abordaje del tabaquismo tratará de erradicar el tabaco del Cunqueiro. O sea, hacer que la ley se cumpla.