Fominaya celebra su juicio de divorcio en la sala de malos tratos tras esperar cuatro años

e. v. pita VIGO / LA VOZ

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La modelo y actriz reclama una pensión compensatoria a su exmarido de Vigo porque, al casarse, le pidió que dejase su trabajo en televisión para cuidar el hogar

27 sep 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

El Juzgado de Violencia sobre la Mujer de Vigo celebró ayer el juicio de divorcio entre la actriz y modelo Silvia Fominaya y su esposo vigués tras esperar casi cuatro años debido al colapso de esta sala. La artista, que litiga como una víctima de la violencia de género, atribuye el retraso al exceso de trabajo de este tribunal. Cuando la jueza examina el caso de una maltratada, asume la parte civil que incluye el divorcio, la custodia de hijos, y las pensiones alimenticia y compensatoria.

Como víctima de malos tratos, Fominaya pidió ayer que el tribunal de Vigo sea reforzado con otro magistrado ya que, por su experiencia, «uno solo es insuficiente para tanto trabajo». Su juicio de divorcio se suspendió cuatro veces en 3 años y 10 meses. Tres aplazamientos fueron a petición del juzgado y otra suya.

La vista continuará otro día porque falta una prueba documental y las conclusiones. En el juicio se debatió si Fominaya puede recibir una pensión compensatoria de su marido porque, según ella, él le pidió tras casarse que dejase su trabajo en la televisión para dedicarse al hogar y al cuidado de los niños en el área de Vigo. Durante once años no percibió ingresos y «no encuentro trabajo, hago cosas esporádicas como un capítulo de La que se avecina. Me encantaría volver como actriz con las series que hay ahora». Otra discusión es si continúa en la casa familiar de Tomiño o recibe una renta para alquilar casa en Madrid. «Ella ha pasado casi cuatro años sin la pensión compensatoria a la que tiene derecho y eso le ha hecho mucho daño. Es tremendo», dijo su abogada. «Me causó mucho trastorno, sobre todo psicológico», afirmó la actriz.