El millonario luso alega ser víctima de un montaje de su esposa

e. v. pita VIGO / LA VOZ

VIGO CIUDAD

El acusado de intentar asesinar a su mujer en un hotel de Vigo quiere cambiar al tribunal para evitar «prejuicios»

26 sep 2018 . Actualizado a las 20:30 h.

El millonario portugués Carlos I. Pinto, acusado de intentar asesinar a su joven esposa con una maza en un hotel de Vigo en el 2016, ha presentado un recurso para solicitar un cambio de tribunal antes de la celebración de su juicio. Quiere que lo juzgue otra sala distinta de la Cuarta Sección de la Audiencia de Pontevedra, la cual está especializada en crímenes machistas y que examina los casos más graves de violencia de género de toda la provincia. O bien, cambiar la composición de los miembros de la sala.

El sospechoso, actualmente en prisión provisional, sostiene que los tres magistrados que componen la sala son conocedores de los hechos que se van a juzgar porque, a lo largo de dos años, han tenido que estudiar diversos recursos que han presentado para solicitar su puesta en libertad. Los tres jueces siempre la han denegado porque vieron «indicios» de delito. Por ello, se siente «prejuzgado» o cree que los magistrados podrían tener «prejuicios» hacia él pues ya han deliberado sobre las pruebas que hay en su contra. Es lo que en el argot jurídico se conoce como un tribunal «contaminado».

La solución que propone el procesado es que lo juzgue otra sala de Pontevedra o que la sección cuarta esté compuesta por otros magistrados ajenos al caso.

Pinto ya ha presentado su escrito de defensa en el que pide la absolución o, subsidiariamente, que se le condene por un delito de lesiones y no por intento de asesinato. Dice que es víctima de un montaje urdido por su esposa, que lo incrimina como venganza por motivos económicos.

Según su versión, ella estaba muy enojada porque, dos meses antes de viajar a Vigo a una reunión de negocios fallida, descubrió que Hacienda la investigaba por supuesto fraude fiscal superior a los 300.000 euros en empresas de su marido en las que figuraba como administradora. No eran bienes comunes al matrimonio sino que su marido la colocó en esos cargos y le ocultó que iban a quebrar. El millonario cree que la mujer estalló de ira en Vigo al enterarse de que estaban arruinados y le atacó con una maza. Luego, le culpó de una agresión machista. Para probar esta tesis, la defensa llamará para declarar en el juicio a una viguesa que, según dice, vio a la esposa meter la maza en su bolso en un aseo de un bar de Samil la víspera del ataque en el hotel.

La Fiscalía pide 12 años de cárcel. Considera que el millonario golpeó a traición a su esposa en el baño con una maza de cantero para matarla. Por sus bordes redondeados, era un instrumento idóneo para simular los golpes de un resbalón accidental en la ducha y cobrar así un seguro de vida que el matrimonio suscribió semanas antes.