Iván Ferreiro: «Este disco es un mensaje a mi yo de 15 años, diciéndole que lo ha conseguido»

Jorge Lamas Dono
Jorge lamas VIGO / LA VOZ

VIGO CIUDAD

Jaime Gutiérrez

El músico gallego publica las versiones de todas las canciones de Golpes Bajos bajo el título «Cena recalentada»

22 sep 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Iván Ferreiro (Nigrán, 1970) cumple el sueño del fan de Golpes Bajos que fue cuando aún no era un adolescente. Esta misma semana publicó su visión de la discografía de la banda viguesa bajo el título Cena recalentada, una de las canciones más conocidas de Germán Coppini, Pablo Novoa, Teo Cardalda y Luis García.

-¿Era necesario publicar este disco?

-Para mí, sí; luego la trascendencia que tenga ya la decidirán los demás. El chaval que yo era en 1988 era un fan incondicional de Golpes Bajos. Me ha ido muy bien en estos últimos 25 años, especialmente en los dos últimos, y, de alguna forma, quería mandarle un mensaje a mi yo de 15 años, diciéndole que lo ha conseguido. Sobre todo soy un fan, y hago música porque era un fan. El músico que soy, realmente, es gracias a Golpes, que son quienes hicieron que ya no quisiera ser otra cosa en mi vida.

-¿Qué le aportaron entonces?

-Cuando ellos llegan, aquel Vigo ochentero era incluso un poco peligroso; había muchas manifestaciones y yo estudiaba en el Instituto Coia 4, donde entraba día sí y día no la policía para darnos de hostias. Era un tiempo convulso, y mi sensación era de que pasaba de ser un niño a un adolescente con Golpes. Pasé de escuchar una música que me gustaba mucho, como eran las canciones de Miguel Ríos, Camilo Sexto, Serrat o The Beatles, a Golpes, que eran para mí algo distinto porque tocaban de forma increíble debido a su técnica y sofisticación, y porque significaba que el mundo lo íbamos a construir nosotros de una forma nueva tras una dictadura. Y no es que hubiera nada político en ello, era la visión de un niño. Llegaba la modernidad de repente a una España en blanco y negro. Creo que a partir de ahí empecé a poner, creo que de una manera necesaria pero también estúpida, las canciones que me gustan. Ese mundo sobre el que te colocas cuando decides la estética que te gusta a ti; si esto es lo que te gusta, el resto es una mierda. El amor incondicional hacia algo, pero también el odio total hacia lo contrario, que, a lo mejor, es absolutamente maravilloso, pero eres un adolescente y tienes que equivocarte.

-¿Piensa lo mismo hoy?

-Tengo la misma imagen en general, y siguen muy vigentes en mi cabeza y en mi corazón, pero también me he dado cuenta de que había cosas que me parecían entonces muy complejas y ahora las veo un poco naíf. También me di cuenta de que existe un decálogo de cómo escribo yo las canciones. A pesar del punto pesimista de Germán Coppini, ellos siempre tenían belleza, y eso también creo que podría decirlo de mi obra: puede ser más triste o más alegre, pero yo también busco la emoción y la belleza, busco la luz en lo trágico. Ese es mi paso respecto a Germán, que no busca la luz jamás. Hay canciones mías donde no hay luz jamás, pero yo me di cuenta de que tenía que meterla.

-Usted tiene una estrecha relación con Pablo Novoa, exmiembro de Golpes Bajos. ¿Qué le dijo cuando surgió el proyecto?

-Sin querer, apliqué una estrategia de engaño. Tras la muerte de Germán, hablando con Pablo, le dije que sería chulísimo preparar unos temas de Golpes. Cuando el organizador de PortAmérica me propuso hacer algo distinto para el festival, preparamos algo para tocar en directo. Hace un año me encontré con aquellas pistas y le dije a Pablo que teníamos un material que nos había dado mucho trabajo montar, y que se podía convertir en un disco. Para facilitarle el trabajo a Pablo, a nivel sentimental, le propuse que lo produjera él porque era él quien se enfrentaba a su pasado.

«Ponerle el álbum a Teo fue mi momento fan más potente»

Pablo Novoa, director de la banda del programa de televisión Leit Motiv, ha trabajado en numerosas ocasiones con Iván Ferreiro.

-¿Tomó decisiones Pablo Novoa?

-Sí, él decidió que no fuera igual porque se sentía incómodo. Decidió cambiar los sonidos, quiso darle una pequeña vuelta, pero encima de Golpes, porque yo estaba muy empeñado en que fuera con sus velocidades, sus ritmos y su fuerza. Es un homenaje a Golpes Bajos, no solo a sus canciones. Dentro de esa producción, Pablo tenía que hacer una serie de cosas y después situarme a mí.

-¿Se marcaron alguna línea que no debían cruzar?

-La línea estaba marcada por los patrones de la caja de ritmos, las estructuras, los tonos y las velocidades. Solo hemos cambiado el tono de Tendré que salir algún día, porque Germán era joven y poderoso, mientras que yo ya tengo una edad y prefería cantarla un poco más cómodo.

-¿Tiene alguna canción favorita?

-No, por eso tuve que grabar las 19 canciones. Habría sido más cómodo hacer un disco de doce, pero no soy capaz de seleccionar.

-¿Hay un plan para llevar este disco al directo?

-Sí, pero después de Navidad, porque tenemos que realizar cambios para que sea más flexible. Ellos estaban sujetos a la tecnología del año 1983, pero con la actual podemos alargar una estrofa y no estar esclavizados por una estructura. Voy a separar los dos repertorios, porque sigo aún con el de Casa. Y como es una banda distinta y va a venir con nosotros Luis García, el bajista de Golpes, queremos ver qué pasa.

-¿Qué tal se tomó Teo Cardalda el proyecto?

-Creo que muy bien, yo tengo una relación maravillosa con Teo. Ya cuando fue el concierto de PortAmérica hubo algunas críticas en las redes sociales, pero él salió a defender el trabajo. Él toca un solo maravilloso en Escenas olvidadas. Hace unas semanas, estuvo por casa y le puse el disco. Fue uno de mis momentos fan más potentes de mi vida, yo sentado en mi salón con Teo al lado, escuchando el disco.