El mapa escolar, la asignatura pendiente

manu otero VIGO / LA VOZ

VIGO CIUDAD

M.MORALEJO

El rechazo de la comunidad educativa a la propuesta del año pasado de Educación deja en el aire la nueva zonificación

13 sep 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Un año más, la consellería de Educación inicia el curso con una materia pendiente. Todos los años, la Xunta se pone la meta de sacarla adelante pero el éxito nunca llega. Y esta vez la situación se repite. El mapa escolar es el instrumento en el que se basa la Consellería de Educación para repartir a los alumnos en los diferentes centros educativos de la ciudad siguiendo criterios de proximidad al lugar de residencia y para controlar la migración de los estudiantes desde los centros de educación primaria a los de secundaria.

En la actualidad, Vigo cuenta con 13 zonas escolares, un número demasiado elevado y que genera profundos desequilibrios entre escuelas de barrios con mayor densidad de población y los de la periferia más despoblada. Administración, asociaciones de padres y directores de centros están de acuerdo en la necesidad de actualizar un mapa que se ha quedado «obsoleto». Sin embargo, la falta de entendimiento entre las partes para consensuar un nuevo reparto de zonas está retrasando la implantación del nuevo documento y generando importantes contratiempos en algunos colegios relacionados con el descenso del número de alumnos matriculados, la escasez de plazas en otros o con la ausencia de servicio de transporte escolar gratuito.

Tras varios años de reivindicaciones y protestas por parte de la Federación Olívica de Asociaciones de Nais e Pais de Alumnos (Foanpas), la Consellería de Educación consiguió presentar a finales del 2017 el borrador para un nuevo mapa escolar. Este documento limitaba el número de zonas de 13 a 4, reducía los desplazamientos de los estudiantes hacia los institutos, permitía a otros centros captar alumnos de zonas más despobladas, garantizaban la ampliación de la red de transporte a colegios que hasta entonces no le correspondía y se comprometían a respetar los comedores escolares.

Sin embargo, la comunidad educativa rechazó la propuesta al entender que era «arbitraria, injusta y discriminatoria para la enseñanza pública», alegaron desde Foanpas. Luego exigieron a Educación la anulación del borrador y el reinicio de las conversaciones para elaborar una nueva propuesta. Ante la falta de consenso, la Xunta aceptó retirar la propuesta y reabrir un nuevo proceso de reuniones. Sin embargo, este paso atrás obligó a iniciar el presente curso con los mismos problemas de los últimos años.

Para evitar la situación se repita, Foanpas ha solicitado una reunión con los responsables de Educación para transmitirles lo urgente que es aprobar de una vez por todas un nuevo mapa escolar. Desde el Consello Escolar Municipal se muestran abiertos a escuchar la propuesta de la Xunta, pero si no es satisfactoria, exigen la aprobación del documento elaborado por ellos y que presentarán al delegado cuando fije una fecha para recibirlos.