Alumnos de centros concertados de Vigo pagan de 90 a 115 euros al mes por el bus

manu otero VIGO / LA VOZ

VIGO CIUDAD

M.MORALEJO

Los colegios Acacias y Monte Castelo comparten transporte este año para reducir el gasto

13 sep 2018 . Actualizado a las 17:10 h.

El nuevo curso académico ya está en marcha y con él regresa uno de los principales gastos que deben afrontar los padres de los alumnos cada año: el transporte escolar. En la mayoría de los centros públicos, este servicio está financiado en su totalidad por la Xunta, pero no ocurre así con los colegios concertados -que tienen más alumnos en la ciudad que los públicos- en los que las familias tienen que asumir la totalidad del coste. En los últimos años, el precio por usuario se ha disparado hasta situarse entre los 90 y los 115 euros. Cifras que está llevando a muchas familias a prescindir del transporte público. «Es el gato que se muerde la cola», resume Jose Manuel Álvarez, gerente de la empresa de autocares Autna, que cubre las rutas de una decena de colegios concertados en Vigo; quien relaciona el encarecimiento de las tarifas con el incesante descenso de usuarios.

Con el objetivo de conseguir un contrato más beneficioso y reducir el gasto de las familias, los colegios Las Acacias y Montecastelo, ambos ubicados en la parroquia de Bembrive, acordaron este año compartir las rutas que conducen hasta sus centros desde diversos puntos del área metropolitana de Vigo. «Vienen autobuses desde Ponteareas, Gondomar, Baiona, Vigo o Pontevedra», explican desde Las Acacias, que disponen de unos 200 usuarios y unas tarifas que oscilan entre los 87 y 102 euros por niño. «Es carísimo, por eso compartimos con Montecastelo, además también ofrecemos medias rutas», comentan desde el centro en el que intentan dar todas las facilidades para mantener el mayor número de usuarios, aunque «el número de alumnos que lo usan es cada vez menor», admiten.

Para fijar el precio del transporte escolar, las empresas tienen en cuenta los gastos derivados de su actividad, suman todos los días de servicio y dividen el coste total entre los meses que dura el curso para que los usuarios paguen lo mismo cada mes. «Siempre va a ser más barato el autobús que el coche», asevera Álvarez, cuya empresa se afana por ofrecer las condiciones más ventajosas a sus clientes a pesar de que la subida de las tarifas es inevitable. «La cuidadora y el precio del gasóleo no es lo que más influye en el precio, sino la caída de la natalidad porque se reduce también el número de usuarios y con ellos el de autobuses, por lo que con el mismo autocar tienes que hacer más kilómetros», explica el gerente de Autna las circunstancias que afectan al sector.

El centro renuncia al bus

Aunque la mayoría de los centros públicos disponen de un servicio autobús escolar subvencionado por la Xunta, los concertados no disfrutan de esta ayuda, por lo que el pago recae directamente en las familias. En la periferia viguesa se ven obligados a ofrecer el servicio para no perder alumnos, pero muchos del centro nunca han tenido autobús y algunos han renunciado a él por la caída de la demanda y la subida del precio.

La baja natalidad, reduce el número de usuarios y obliga a las empresas a elevar las tarifas