La segunda mudanza del Cunqueiro

Ángel Paniagua Pérez
Ángel Paniagua VIGO / LA VOZ

VIGO CIUDAD

Imagen de pacientes trasladados al hospital hace tres años, durante la apertura
Imagen de pacientes trasladados al hospital hace tres años, durante la apertura M.Moralejo

Con tres años, el hospital cambia de ubicación varias unidades de hospitalización

07 sep 2018 . Actualizado a las 18:13 h.

La semana pasada se cumplieron tres años desde que el Álvaro Cunqueiro se convirtió formalmente en un hospital, es decir, un lugar en el que hay enfermos ingresados. El complejo proceso de apertura había comenzado a finales de junio del 2015 con la puesta en funcionamiento de las consultas y pruebas, y a finales de agosto se trasladó a los pacientes ingresados desde el Xeral y el Meixoeiro. El Servizo Galego de Saúde (Sergas) celebra estos días el aniversario de esa mudanza con una nueva mudanza, aunque esta es interna y mucho menos compleja. Desde hoy, varias unidades de hospitalización del Cunqueiro cambian de lugar.

«Se trata de hacer cambios de ubicación para mejorar la funcionalidad del hospital», aclara la directora asistencial del área sanitaria, Mar Vázquez. «Tiene vocación de durar muchos años», explica. Los cambios vienen reclamados por los profesionales y se diseñaron después de un análisis de los espacios y de la ocupación del hospital por parte de la dirección. Según los datos del Sergas, en el Cunqueiro de media están ocupadas el 82 % de las camas, aunque esto varía mucho según la época del año.

El caso más claro es el de la unidad de corta estancia. Más del 90 % de sus pacientes proceden del servicio de urgencias, pero este dispositivo estaba exactamente en la otra punta del hospital. Y eso en el Cunqueiro es mucho decir: «Entre ir y volver era casi un kilómetro de distancia», asegura el jefe de la unidad de corta estancia, Martín Rubianes. Porque la puerta de urgencias queda a la altura de la cuarta planta, detrás de la vela F -la que está a la derecha de todo- y esa unidad se hallaba en la planta 1 de la vela A.

En ella hay en torno a 1.800 personas ingresadas cada año. Si para mover a cada una hay que recorrer un kilómetro, la cuenta es sencilla. Desde ahora, la unidad de corta estancia estará ubicada un piso debajo de urgencias. La ubicación es más lógica, pero no se hizo de inicio en el Cunqueiro porque, según Mar Vázquez, esa unidad se creó en el Xeral cuando el hospital de Beade ya estaba planificado. Pero su cambio era algo muy solicitado.

La unidad de corta estancia será la última en ser trasladada, el 1 de octubre. Porque la filosofía de esta pequeña mudanza no es seguir un calendario fijo, sino empezar hoy y terminar cuando comience octubre para, por el medio, aprovechar las altas que se den a los pacientes para ir haciendo los cambios. Se aprovechará también que hay habitaciones cerradas por el verano. «Durante algunos días, va a haber unidades con mezcla de especialidades», reconoce la directora.

El único servicio que gana camas es el de cirugía general y digestiva, que suma seis nuevas habitaciones a costa de neurocirugía, cuya ocupación era baja.

Hay otros movimientos (ver gráfico), como el de nefrología, que quedará en la misma vertical que la hemodiálisis. También hay cambios de ubicación derivados de los anteriores, como otorrinolaringología, que deja sitio a la unidad de corta estancia y pasa a compartir planta con urología.

En total, en el Cunqueiro hay 576 habitaciones en el área de hospitalización. Los movimientos que hoy empiezan afectan a en torno a un centenar. El número de camas en cada unidad es un mundo: en obstetricia son individuales todas las habitaciones, mientras que en neumología o medicina interna se le ponen dos camas a todas las que se puede durante el invierno.