
La breve estancia prevista para hacer el agosto en la ciudad y su zona acabó con los cacos entre rejas
02 sep 2018 . Actualizado a las 17:08 h.Se las prometían muy felices, quizás por el éxito de otros viajes anteriores a Vigo u otras zonas de España que sí salieron a pedir de boca. Desplazamientos siempre de pocos días para robar en casas y desaparecer sin dejar rastro. Se trata de la banda de siete ladrones colombianos arrestada esta semana en Vigo y cuyos integrantes (cuatro hombres y tres mujeres) ya están en prisión preventiva por orden del Juzgado de Instrucción número 4 de Vigo. Y es que no hay mayor evidencia de la peligrosidad de esta organización, considerada policial y judicialmente organizada, que el hecho de que los siete acusados acabasen su viaje a Galicia en una prisión a la espera de saber el número de robos que se les imputan, ya que todavía estar por conocerse si otras sustracciones cometidas en Vigo y Cataluña, lugar en el que residen, se les atribuye.
Llama la atención el error cometido por el presunto líder de la organización, que se registró con su nombre en un hotel e hizo saltar las alarmas policiales (cuando se cotejaron rutinariamente los datos de reservas hoteleras) al tener cuentas pendientes con la Justicia. A partir de ahí empezó a cercarse la vigilancia sobre los siete, entonces, sospechosos, que se repartían en tres hoteles. Tres de estas personas, además, se registraron con nombres falsos, aunque no resultó muy difícil saber su verdadera identidad. A medida que los seguimientos policiales se intensificaban con la obtención de pruebas, y que se conocía el historial policial de los investigados y su capacidad para delinquir, la investigación se dio por finalizada para pasar a las detenciones.
Ocurrió el 17 de agosto, a las 16.20 horas, en un restaurante de comida rápida en el 103 de la Gran Vía. A partir de ahí llegaron los registros en el Fiat Estilo y el Renault Clio que usaban los arrestados. En el primero se localizó, ocultas tras la tapicería de la parte trasera del asiento de conductor, numerosas herramientas, la mayoría usadas por cerrajeros profesionales. En el maletero había una maleta de marca; un reloj Giorgie Valentian, una linterna, una aparato de música, un teléfono Huawei G7 L01, un reloj marza Seiko y otro plateado con tapa, uno más plateado marca Calvin Klein, un cordón de oro, una cadena dorada, una moneda de 100 pesetas y otra de 1 peseta. En una maleta había dos teléfonos marca Nokia, un par de guantes blancos y neceser de la marca Tous que contenía nueve anillos, cinco pares de pendientes, una pulsar, dos colgantes y una cadena plateada. Algunos de estos objetos de valor fueron sustraídos un día antes en una vivienda de Covelo (Ponteareas).
Los informes policiales concluyen que aún no se encontraron todos los efectos sustraídos que se atribuyen a estos detenidos, por lo que la investigación concluye que es muy posible que estén escondidos en algún lugar convenido por los acusados. A uno de los detenidos, Yerson L.J., le consta un señalamiento de los Mossos d’Esquadra como presunto autor de delitos contra el patrimonio por hechos similares a los ahora investigados. Según la información de dicho cuerpo policial, Yerson L. J. formaría parte de una organización criminal de ciudadanos colombianos encartados en numerosos robos con fuerza a domicilios en la zona de Tarragona. En la investigación añaden que se investigan otros robos de la zona atribuidos a dicho grupo, concretamente alguno en la cuidad de Vigo, aparte de los de Cataluña. Sobre la violencia que se atribuye a los acusados, frente al hecho de que no se les requisaran armas de fuego u de otro tipo, hay que poner el acento en su presunta forma de actuar agresiva una vez dentro de las viviendas y en el caso de que se encuentren con alguna persona con la ellos no contaban.