Denuncian a Sanidade la suciedad y falta de vigilancia en las dos playas para perros

Luis Carlos Llera Llorente
luis carlos llera VIGO / LA VOZ

VIGO CIUDAD

Oscar Vázquez

Los vecinos de Coruxo cortarán hoy el tráfico porque la experiencia está resultando «negativa» para el medio ambiente

02 sep 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

El perro es el mejor amigo del hombre... hasta que se demuestre lo contrario. Los vecinos de Coruxo han denunciado a la Consellería de Sanidade y a la Jefatura de Costas la «suciedad y falta de vigilancia» en las playas de Vigo destinadas para perros. Son los arenales de A Calzoa y A Foz, situados junto a la desembocadura del río Lagares. En estos lugares muchos propietarios no recogen los excrementos de sus mascotas y tampoco hay suficientes papeleras ni expendedores de bolsas para las heces en un arenal al que acuden muchas familias con niños de corta edad, ya que A Calzoa es una playa con poco desnivel, que los padres consideran segura para los menores.

«La experiencia de este verano está resultando negativa porque algunos propietarios no están actuando bien y los que son incívicos están ganando terreno a los que actúen civilizadamente», señala Ana Prado, bióloga y una de las portavoces del colectivo que ha convocado para eta mañana una concentración de protesta frente a la entrada de la playa de A Calzoa. Han recogido 1.600 firmas.

Los manifestantes cortarán el tráfico a las 12.30 horas, obligando a un desvío a los conductores que se dirijan hacia Coruxo o Samil. Los convocantes quieren dejar constancia de su malestar ante las consecuencias que, a su juicio, está teniendo la experiencia de destinar estas playas para que los perros anden sueltos y corran. La convocatoria de la manifestación lleva por lema: Cans sí, pero non aquí. Explican que los vecinos de Coruxo convocan la manifestación para que el alcalde y la concejala de Medio Ambiente «reconsideren a ubicación da praia canina da Calzoa». Añaden que la playa de A Calzoa y la Xunqueira do Lagares son lugares muy frecuentados por aves protegidas que conforman un hábitat de alto valor ecológico. Las playas designadas siempre fueron familiares, con viviendas próximas al arenal, ya que, además de las casas de pescadores, se encuentran varias urbanizaciones de apartamentos y chalés. Indican que el uso canino está alterando el bienestar de muchos ciudadanos y de la fauna de esta zona y que el Concello ha hecho caso omiso de las alegaciones presentadas por los vecinos y por organizaciones ecologistas.

Ana Prado, que es autora del libro Aves Costeiras, explica que el lugar es una zona de fuerte presencia de al menos nueve tipos de aves, algunas de ellas protegidas. «Estamos en un lugar que es zona límite con una ZEPA, es decir Zona de Especial Protección de Aves y los perros instintivamente corren detrás de ellas y las ahuyentan». Enumera las especies presentes en la desembocadura del río Lagares: cormorán, gaviota patiamarilla, vuelve piedras, garceta, andarríos, charrán, chorlitejo o correlimos. La bióloga conoce bien estas especies y las ha contemplados desde pequeña ya que se crío en una casita de pescadores junto a la playa de A Calzoa.

Prado señala que los vecinos de la zona quieren que los perros se distribuyan por todas las playas porque «en Vigo hay 32.000 perros censados y la presencia constante de canes en este lugar está originando problemas con los bañistas». Señala que la tensión se ha traducido en dos agresiones a demás de numerosos enfrentamientos verbales.

La bióloga recuerda que si se bañan perros que no están bien desparasitados se pueden producir contagios a personas que se encuentran en el arenal. «Además algunos canes sufren diarreas cuando se bañan en el mar», sostiene.