Toneladas de madera quemada el año pasado siguen sin retirar en los montes

manu otero VIGO / LA VOZ

VIGO CIUDAD

Oscar Vázquez

Los comuneros advierten que el 95 % de los troncos calcinados en parcelas privadas continúan igual y que la reforestación se retrasará a diciembre o enero si no llueve

21 ago 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

La huella de los devastadores incendios de octubre del 2017 persiste en Vigo. Toneladas de madera quemada permanece aún sin retirar en los montes y dan buena muestra de la magnitud de la catástrofe. Tras la extinción del fuego y la supervisión del terreno, los comuneros encargaron a empresas privadas la retirada de los troncos arrasados por las llamas. Primero se trasladaron las especies de mayor valor para su venta, pero el insuficiente número de empresas especializadas para la tala de madera en suelo forestal y la basta superficie de monte afectado contribuyen a que los montes de parroquias como Coruxo o Valadares tengan todavía mucho trabajo por delante. «E nas fincas privadas a situación é peor, non se retirou nin o 5 % da madeira queimada», advierte el presidente de la Mancomunidad de Montes de Vigo, Uxío González.

Los esfuerzos de los comuneros, que han tenido que talar a mano muchos ejemplares porque lo escarpado del terreno impedía el acceso de excavadoras, se centraron principalmente en el corte de pinos, una de las especies con más demandadas en el mercado y cuyo valor cae a medida que la madera se va secando. El eucalipto quemado también lo van vendiendo. El problema está en los ejemplares que por su pequeño diámetro no son aptas ni para madera ni para celulosa. Los comuneros tendrán que erradicarlos con medios propios y cifran en 5.000 euros el coste por hectárea. «La Xunta ofrece ayudas de 1.000 euros por hectárea, pero no llegan», lamenta el presidente de los comuneros de Coruxo, Antonio Ocampo.

La proliferación de hongos e insectos en la madera quemada que puede invadir a los ejemplares sanos es otro de los factores que aconseja darse prisa en la limpieza del monte. Los comuneros esperan acabar a finales de octubre. La reforestación podría empezar en noviembre. Si no llueve, se retrasará a diciembre o enero.

Colaboración con los técnicos del Concello para diseñar el trazado del anillo verde

 

 

Una de las medidas adoptadas por el Concello de Vigo para evitar que se repitan sucesos como el ocurrido el 15 de octubre del 2017, cuando las llamas cercaron la ciudad, fue el diseño de un proyecto de anillo verde, una barrera de árboles frondosas, para frenar el avance del fuego, favorecer la actuación del personal de emergencias y facilitar la extinción de las llamas. La cooperación entre los técnicos municipales y los comuneros para que la iniciativa prospere se antoja fundamental y en las últimas semanas se han intensificado los contactos para diseñar el trazado y elegir las especies que integrarán el anillo, que se extenderá desde Saiáns hasta Candeán, con una longitud de 50 kilómetros y un grosor de 100 metros.

Tras la presentación del proyecto en el mes de marzo, el alcalde de la ciudad, Abel Caballero, manifestó su voluntad de contar con la colaboración de los comuneros, propietarios de un 35,3 % de los terrenos en los que se instalará el anillo. La primera reunión entre el regidor y directivos de la Mancomunidad tuvo lugar en junio y en ella acordaron iniciar el proceso este mismo año, aunque tardará años en completarse. Desde entonces, los contactos son habituales y ambos actores intercambian opiniones para mejorar el proyecto.

Barbacoas precintadas

La previsión de altas temperaturas para esta semana obliga a precintar las barbacoas del parque forestal de Saiáns estrenadas el mes pasado. Es la segunda vez que se toma esta decisión con el objetivo de minimizar el riesgo de incendios.