Sin techo, pero honrado

María Jesús Fuente Decimavilla
maría jesús fuente VIGO / LA VOZ

VIGO CIUDAD

Laura León

Encontró una cartilla y una tarjeta bancaria con el pin secreto y las entregó, pese a no tener para comer

10 ago 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

No sucedió ayer, pero sus compañeros de fatigas lo han querido dar conocer. «No puede ser que solo salga a la luz lo malo, cuando se roba un móvil o cosas así», apunta Juan, uno de ellos.

Y es que Nicu Vatui, un ciudadano sin techo de origen rumano, tampoco dio excesiva importancia a lo sucedido. La semana pasada se encontró por la zona de Beiramar, en las inmediaciones del Hotel Mar de Vigo, una especie de funda con una libreta bancaria y una tarjeta de crédito con el pin secreto. Ni corto ni perezoso el vecino de Vigo no dudó en entregarla. En las primeras personas que pensó como destinatarias fue en las que prestan los servicios de Érguete en una furgoneta situada en la calle Jacinto Benavente, a pocos metros de donde él se encontraba. Además, Nicu es usuario de ese servicio, donde le ofrecen un café caliente con unas galletas, y confiaba en Marta y Manuel, las dos personas que lo atienden en la actualidad.

«Intenté parar primero a la policía que pasaba en un coche, pero creo que no me vieron y siguieron adelante. En la tarjeta, que me parece que era de una señora de León, había 5.700 euros, según les comentaron luego en el banco; hubiera tenido tiempo para sacar el dinero, pero no pensé en ello. Hice esto para sentirme bien, después de muchos fallos que he tenido como persona», comenta.

La tarjeta, el pin y la cartilla llegaron a manos de Manuel, el trabajador de Érguete, quien se puso en contacto con la sucursal de La Caixa-Caixabank de Colón para que localizaran a la propietaria de los documentos, tal como hicieron. «Al parecer encontró la funda por allí, se le había caído a la mujer cuando se metía en un taxi, la cogió y la entregó. Muchas veces la gente que menos tiene es la más legal», indicaba ayer Manuel, de Érguete. Nicu Vatui, que pasa las noches a la intemperie, en la acampada de personas sin techo de la Praza do Rei, admite que se quitó un peso de encima.