La maleza invade las aceras en las zonas rurales

l.c.llera VIGO / LA VOZ

VIGO CIUDAD

Luis Carlos Llera

Beade, Castrelos o Alcabre con lugares donde al naturaleza se ha desbordado dificultando el paso

09 ago 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

La Federación Vecinal ha recibido numerosas quejas de ciudadanos y de asociaciones de vecinos denunciando el mal estado de cunetas y parques. Los problemas con la maleza se producen en numerosas parroquias y rincones.

El próximo mes de septiembre habrá viajes a las islas Cíes y Ons durante sábados y domingos organizados por al federación y a los integrantes de cada expedición se les entregará un folleto informativo por parte de dirigentes vecinales explicando esta situación de dejadez total en el mantenimiento de cunetas, parques y jardines de la ciudad. También denuncian la falta de actuación en las fincas privadas, especialmente en las que son propiedad de promotoras o se desconocen los dueños porque presentan problemas de herencias.

La falta de lluvias regulares durante el verano hace que las malas hierbas se sequen en algunos puntos. La naturaleza invade las aceras por donde intentan circular los peatones en numerosos viales de Beade, Castrelos o Alcabre, por poner varios ejemplos.

Las silvas han crecido tanto en algunos puntos, como el conjunto de viviendas de Cristo de la Victoria, que se han convertido en un lugar perfecto para que las ratas se camuflen sin miedo. «Mi hijo sacó el perro a pasear por aquí y le saltó una rata y le mordió», cuenta Akila Benabés, una mujer que reside en la zona. Las malas hierbas y las ratas se encuentran muy cerca de uan escuela infantil, que ahora está cerrada pero que reabrirá en septiembre.

En la zona de Freixeiro, las malas hierbas campan a sus anchas por un parque situado junto al río Lagares a la altura del Pontillón. Las noches de conciertos en Castrelos, el lugar se convierte en zona de aparcamiento improvisado y donde se consumen botellas de cerveza, que aparecen a veces abandonadas. Ello aumenta el peligro al convertirse los cristales rotos en potenciales lupas que puedan concentran los rayos solares e iniciar la ignición del pasto que se agosta en estas fechas.