Cisma en Protección Civil

e. v. pita VIGO / LA VOZ

VIGO CIUDAD

M.MORALEJO

Una treintena de voluntarios dados de baja de la agrupación resurgen con su propio proyecto

01 ago 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Una treintena de voluntarios que pertenecieron a Protección Civil han lanzado una nueva asociación sin afán de lucro que ofertará sus servicios gratuitos en grande eventos como los partidos del Celta, los conciertos de Castrelos o la Procesión del Cristo de la Victoria.

El presidente de Protección Civil de Vigo, Cristian Ferreiro, niegan que haya habido una escisión en la agrupación de voluntarios sino que, en su día, se dio de baja a colaboradores que no cumplieron las horas mínimas de servicio que se exige para pertenecer a esta entidad de ayuda al ciudadano. Socios que se quedaron fuera atribuyen sus bajas a represalias por un conflicto del 2017 que dividió a la entidad tras pedir renovar la junta directiva.

Lo cierto es que, en cuestión de días, Vigo va a contar con dos activas agrupaciones de voluntarios, Protección Civil y la nueva asociación, que también prestará servicios en eventos donde hay gran afluencia de público como carreras populares, partidos de fútbol, procesiones religiosas o conciertos en Castrelos. En el caso de Protección Civil, recibe apoyo municipal y oficial de las instituciones públicas, mientras que en el segundo, es una iniciativa ciudadana sin afán de lucro que se financia con donaciones o subvenciones, ayuda que les permiten disponer de uniformes o equipamiento. Tienen que negociar acuerdos con entidades privadas para salir adelante, siempre según fuentes cercanas a la nueva entidad.

La sociedad naciente es fruto de esa batalla que se libró en el corazón de Protección Civil en el 2017 donde un grupo de voluntarios intentó forzar la convocatoria de elecciones mediante la presentación de un escrito. En su día, hubo dimisiones de protesta pero los incendios de octubre que cercaron Vigo unieron a los socios como una piña para colaborar en las labores de emergencia en el monte. Superada la catástrofe forestal, los voluntarios desafectos empezaron a recibir las cartas de baja por falta de rendimiento durante esa año. A principios del 2018, ya había 30 fuera y estos creen que hubo una caza de brujas sin tener en cuenta sus servicios y esfuerzo de antaño.

Medio año después, muchos de esos miembros descontentos con la organización están a punto de lanzar su propio proyecto alternativo, que presentarán oficialmente en breve. Guardan reservas a la espera de ultimar unos trámites legales. Han apostado por un equipo con amplia formación en ayuda sanitaria y con un perfil humano cualificado. Entre los reclutados, mediante entrevistas personales, figuran técnicos del 061, fisioterapeutas o intérpretes de signos. Nadie cobra. Hay cien apuntados, de los que 30 salieron de la agrupación.

El presidente de Protección Civil, Ferreiro, explica que constantemente entran y salen colaboradores de esta organización, que renueva el equipo «como en cualquier voluntariado». «Seguimos siendo aproximadamente los mismos, la plantilla no ha mermado, somos 81 voluntarios en activo ahora, prácticamente los mismos que el año pasado. Desde que soy presidente nos movemos en una horquilla entre 70 y 90. Nunca son suficientes para una ciudad como Vigo pero no está nada mal. En número somos si no la más grande, una de las mayores de Galicia», dice.

Respecto a la marcha de la 30 voluntarios, Ferreiro precisa que «no se fueron» sino que les dieron de baja. «En la agrupación todos los voluntarios tenemos que cumplir con un mínimo de horas que es muy asequible para cualquiera. Es un servicio cada tres meses, 60 horas anuales. Al final del año, había algún voluntario que no cumplía con esos requisitos y, lamentándolo mucho, hubo que darlos de baja», afirma.

Respecto al conflicto del 2017, en el que los descontentos pedían convocar elecciones para renovar la directiva, Ferreiro replica que hizo una moción de confianza «como la ley indicaba y que yo he ganado». Añade que desde que se dio de baja al cabecilla, por no cumplir sus horas, «no hubo ningún problema y desde entonces estamos más tranquilos».

Sabe que los ex voluntarios están montando una asociación sin afán de lucro que también optará a prestar servicios en eventos de la ciudad. Pero prefiere reservarse su opinión. En días, Vigo dispondrá de dos grandes equipos de voluntarios.