Los jueces de Vigo piden 49 informes al año para ver la credibilidad de menores abusados

e. v. pita VIGO / LA VOZ

VIGO CIUDAD

Oscar Vázquez

Los psicólogos forenses exploran el testimonio de las víctimas sexuales antes del juicio

28 jul 2018 . Actualizado a las 19:37 h.

La reciente condena de un entrenador de Mos por abusos sexuales a una jugadora de 14 años o la investigación a un hostelero vigués sospechoso de seducir a decenas de adolescentes no son un caso único. Los equipos psicosociales de los juzgados de Vigo realizaron 49 informes periciales para valorar la credibilidad del testimonio de menores que denunciaron abusos sexuales, según refleja la memoria del Instituto de Medicina Legal del 2017. El menor debe ir a unas oficinas en los juzgados de la calle Lalín y responder a las preguntas de los psicólogos, que le piden que detalle los hechos para detectar una posible fabulación. Los jueces tienen en cuenta que el adulto denunciado se juega muchos años de cárcel y quieren estar seguros de que el menor dice la verdad, se lo inventa o lo recita como una lección.

La abogada Ana García Costas tiene un asunto de este tipo abierto en otra ciudad gallega. Señala que estas periciales son el único caso en el que se valora la credibilidad de un menor, cuando la acusación es de agresión sexual y el niño o adolescente es la víctima. «Les hacen entrevistas y si son muy pequeños utilizan muñecos para que expresen lo que les ha pasado», explica la letrada. Costas dice que los psicólogos valoran sobre todo «si su relato es coherente y depende de los detalles que puedan contar».

En la sala donde se charla con el menor comparecen dos peritos del Imelga, normalmente psicólogos. «En estos últimos que yo he visto se han grabado las entrevistas para que sirvan también de prueba por si el menor al pasar el tiempo olvida los detalles», comenta la letrada.

La abogada aclara que, para valorar la credibilidad de un adulto, se buscaría si este incurre en declaraciones al contar los hechos. «En los niños eso es difícil. Más bien, se valora que sean coherentes y que lo que cuenten no se dirigido ni aprendido. A veces hay denuncias contra el padre que se prueba que son dirigidas por la progenitora», explica.

En Galicia, el Imelga hizo 203 periciales de este tipo el año pasado, siendo Vigo el que elaboró más informes, seguido de A Coruña, con 42. En el 2016, en Vigo se registraron hasta 60 informes. Ese año hubo cinco periciales para evaluar el daño psicológico sufrido por la víctima.

Atasco tras 280 entrevistas en el 2017 a padres para evaluar si eran aptos para cuidar de sus hijos

Otra tarea del equipo psicosocial es la valoración psicológica y social de los divorciados que pleitean por obtener la guarda y custodia de sus hijos. El año pasado, redactaron 279 periciales para dirimir custodias. Otros 66 informes fueron para modificar la pensión. «Se hacen cuando el padre y la madre quieren la custodia del menor y, a través de esas pruebas a los progenitores y al menor, se emite un informe que le envían al juzgado», explica la abogada Josefina Barros, que acude habitualmente a los tribunales de familia. Los psicólogos judiciales entrevistan a la familia, le hacen todo tipo de preguntas y se interesan por sus medios y condiciones de vida.

Estos informes, añade la letrada, le sirven al juez para determinar quién de los dos progenitores es el idóneo para vivir con el menor. «Hay bastantes, y a veces no se piden más porque tardan mucho en hacerse. El equipo tiene un volumen de trabajo muy elevado. Creo, como opinión personal, que desde que se apuesta más por la custodia compartida han descendido un poco», dice.

Otra abogada, Esther Lora, advierte del atasco en los juzgados de familia a causa de los numerosos expedientes que se solicitan. «Valoran las actitudes de los padres y las madres hacia los niños y de las relaciones que tienen los niños con sus padres», afirma Lora. «Primero llaman a los niños y los padres por separado, y luego juntos para ver cómo interrelaccionan con ellos». Lora lamenta el atasco en este servicio clave para los divorcios. «Hay muchísimo retraso en los informes porque las citas tardan, hay numerosos casos y solo hay un equipo psicosocial en el juzgado», dice la letrada.