Alerta vecinal en Coia por la aparición de un socavón que pone en jaque a dos edificios

manu otero VIGO / LA VOZ

VIGO CIUDAD

Oscar Vázquez

Los residentes llevan reclamando mejoras desde el 2014 y Marea de Vigo exige que se aclare la titularidad de los terrenos

24 jul 2018 . Actualizado a las 11:31 h.

Los vecinos de dos bloques de viviendas de la calle Caldas de Reis, en el barrio de Coia, viven con miedo a que sus edificios se vengan a bajo en cualquier momento. A raíz de la aparición de un socavón en una de las aceras que bordea la urbanización, un técnico de mantenimiento de Aqualia acudió a revisar la red y alertó a los vecinos de que se estaban produciendo filtraciones de agua al subsuelo que podrían afectar a la estabilidad de las construcciones. «Pero é todo oficioso, ninguén do Concello tivo a decencia de dicirnos nada», denuncia Xoán Bautista, residente en la zona y que comparte con todos sus vecinos la ansiedad de no saber en qué estado está el inmueble en el que vive.

Desde el año 2014 llevan los vecinos presentando reclamaciones en el registro del Concello solicitando una reforma integral del entorno. «Está todo abandonado, non cortan nin a herba, os muros están sen pintar e temos un niño de ratas desde hai tantos anos que só nos falta saudalas», denuncia Bautista, quien asegura no haber recibido ninguna respuesta por parte del gobierno local.

Hartos del silencio administrativo, los vecinos pidieron ayuda a los concejales de Marea de Vigo para tratar de conseguir de una vez por todas las mejoras urbanísticas que llevan solicitando desde hace cuatro años. Los motivos por los que ni Aqualia ni el Concello actúan en la zona son, informan desde Marea, que la obra «correspondíalle á veciñanza ao tratarse de zonas que non foron entregadas ao Concello por parte do MOPU (Ministerio de Obras Públicas y Urbanismo extinguido en los 90)», señala el portavoz del grupo municipal, Rubén Pérez. Por ello exigen al gobierno local que aclare de una vez la titularidad de las parcelas del barrio de Coia ya que lo único que existe es una cesión provisional realizada en 1991, según explicaron desde el Instituto Galego de Vivenda e Solo a los residentes. «Non entendemos porque ten que ser privado por moito que fose do MOPU», se cuestionan los vecinos.

Sin embargo, todas estas deficiencias y la titularidad de la parcela se quedan ahora en un segundo plano por la preocupación de lo que está pasando bajo sus pies. «Non sabemos de onde ven esa auga, nos edificios por agora non hai fendas nin signos de perigo, pero na rúa o chan si que está afundido e hai fisuras nalgúns muros», subraya Bautista recordando que en las dos torres aparentemente afectadas por el hundimiento viven alrededor de trescientas familias.

«Requírese un estudo integral do estado do saneamento do barrio, xa que o mesmo é descoñecido a día de hoxe, do mesmo xeito que é necesario realizar un estudo de mobilidade porque existen moitas zonas de difícil acceso para persoas con discapacidade», recoge el escrito presentado por Marea de Vigo.

La falta de respuesta oficial por parte del Concello o de Aqualia es otro asunto que preocupa también a los vecinos del barrio. «Por escrito nunca nos responderon, é todo oficioso. O único que sabemos é que viu un home a ver o buraco e dixo que había filtracións, que poderían afectar aos edificios», relata este vecino, que lleva décadas viviendo en Coia. La humanización de la calle es otra de las reclamaciones de un vecindario que se siente «abandonado».