«Vivimos en un polvorín»

manu otero VIGO / LA VOZ

VIGO CIUDAD

M. Moralejo

Espedrigada exige al Concello de Vigo la limpieza de una parcela llena de maleza

22 jul 2018 . Actualizado a las 17:47 h.

Los vecinos de la zona de Espedrigada, un barrio que a pesar de situarse entre Balaídos, Castrelos y Praza América todavía conserva su carácter rural, viven rodeados de un océano de maleza desde hace más de siete años. «Estamos aterrorizados, se prende isto sería un novo Chandebrito e se verían afectadas moitas familias. Estamos vivindo nun polvorín», alerta Manolo Guerra, presidente de la asociación de vecinos Val do Fragoso. Los residentes llevan pidiendo la limpieza de esta parcela, de unos 8.000 metros cuadrados de superficie y dividida en tres propiedades, desde el 2013 cuando presentaron la primera demanda en el Registro del Concello. Desde entonces han presentado muchas más quejas, «pero todavía no recibimos ninguna respuesta oficial», lamentan.

La situación se ha vuelto insoportable. Las matas de silvas superan los cuatro metros de altura y en algunos puntos comienzan a devorar las copas de los árboles de estas fincas, además empiezan a dar síntomas de estar secas. «Calquera chispa, ou unha colilla pode arrasar con todo. Un bombeiro xa nos dixo que se planta lume aquí, nos leva as casas por diante», teme Fernando, cuya vivienda linda con una de las fincas abandonadas. «Eu vou limpando a zona que teño máis próxima, porque senón xa tiña as silvas enriba», explica.

«Estamos falando dunhas matas de silvas de considerable altura e ademais hai un montón de casas rodeadas de esas matas», enfatiza el portavoz vecinal. Sin embargo, el riesgo de incendio no es el único problema que aflige al vecindario. «Aquí hai animais silvestres, gatos, ratas, e cobras», enumera Guerra. «E mosquitos, está cheo, unha vez entroume un enxame deles na casa», añade Fernando. «A nós éntrannos arañas, babosas e de todo pola fiestra», relata otra de las afectadas. «Xa teñen aniñado as velutinas», alerta otro vecino.

«Queremos unha acción inmediata porque o Concello ten potestade para actuar sobre as fincas cargándolle os custes ao propietario da finca», exigen desde la asociación vecinal. «O que peor levamos é o silencio administrativo», admiten los residentes de la zona, que apenas recuerdan la última vez que los operarios entraron a desbrozar la finca. «Temos aberto un expediente desde o 2013 e a última vez que cortaron isto debeu ser hai seis ou sete anos, cando se fixo a carretera», recuerdan los habitantes. «Aquela vez entrou un bulldozer enorme e limpou todo nunhas poucas horas», comentan.

La urgencia es tal, que algunos de los vecinos incluso se plantearon iniciar ellos el desbroce, pero temen que el firme no sea estable o que oculte algún peligro. «Nesta época as velutinas soen aniñar nos ocos do chan ou das árbores, se vai un traballador cunha desbrozadora e dalle ao niño, o acribillan», señala Fernando.

En una de las habituales visitas al Concello para presentar más quejas, los funcionarios le recomendaron que dejasen de hacerlo porque el expediente ya se está tramitando y que no irá más rápido por más demandas que registren. «Os veciños non teñan que estar nesta ansiedade. Estamos no centro de Vigo e isto é inconcibible», concluye Manolo Guerra.

La ley permite a las administraciones limpiar las fincas sin necesidad de autorización

Los incendios del 15 de octubre del 2017 permanecen todavía en la memoria de la sociedad viguesa. «Estaba todo isto cheo de fume, non se respiraba», recuerdan los vecinos de Espedrigada que ven en la parcela que los rodea una amenaza que podría hacerles revivir aquel infierno. Son conscientes de que tienen la ley de su parte, por lo que exigen al gobierno local que intervenga de forma inmediata para limpiar la finca.

Después de aquella jornada, la Xunta aprobó una serie de modificaciones a la ley de acompañamiento de los presupuestos para mejorar la prevención de los incendios. Estos cambios recogen que tanto la Administración autonómica como los concellos tienen la posibilidad de ejecutar subsidiariamente la gestión de biomasa (limpieza de parcelas) sin necesidad de consentimiento expreso del propietario y sin autorización judicial. También podrán realizarse limpiezas subsidiarias inmediatas cuando concurran razones de riesgo.

Asimismo, Xunta y concellos están capacitados para expropiar las parcelas de propietarios desconocidos cuando, ante incumplimientos reiterados de desbroce, los costes de las acciones de limpieza sean superiores al valor catastral del terreno.

La modificación de la ley no se centró solamente en las competencias de la administración, también se endurecieron las sanciones para aquellos propietarios que eludan su responsabilidad en el mantenimiento y limpieza de las propiedades con multas que pueden oscilar entre los 100 y los 1.000 euros.

En el caso de Espedrigada, los vecinos no entienden por qué no se ha actuado ya, dado que, según ellos, el Concello conoce la identidad de los propietarios y, sin embargo, hace más de siete años que las fincas no se desbrozan.