Abrió una tienda de mascotas tras recoger a la perra Juanita, que siempre está con ella en el local del Casco Vello donde canaliza proyectos de artesanos locales
14 jul 2018 . Actualizado a las 05:00 h.Ana Paula García es influencer, pero no lo sabe. Contagia su entusiasmo para emprender nuevos proyectos a artistas de la zona, pero como no lo hace a través de las redes sociales, sino en vivo y en directo, no tiene conciencia de hasta dónde llega su poder de sugestión. Esta viguesa es la artífice de varios proyectos artesanos que canaliza a través de PetMascotas, una tienda de animales que abrió hace tres años en el Casco Vello por un motivo sorprendente que se llama Juanita, su perra. En el local están ellas en carne y hueso y en crochet. Ana recoge encargos para hacer muñecas de amigurimi, tanto de los animales como de sus dueños.
-¿Antes de Juanita no tenía nada que ver con este sector?
-Nada en absoluto. Yo me dedicaba a la organización de eventos y además ni tenía perro ni nunca lo había tenido. Pero un día apareció ella en mi vida. La encontró abandonada un chico, amigo de un amigo mío, en A Franqueira. Estaba en un arcén. La tiraron desde un coche y él la recogió pero ya tenía tres y su mujer le dijo que si entraba uno más, salía ella. Él sabía que era una cachorra muy especial y no se la quería dar a cualquiera. En mi vida no entraba el proyecto de tener perro. Vivo sola y entro y salgo sin ese tipo de preocupación. Eso pensaba entonces, porque cuando me lo dijo fui al día siguiente a verla. Se me subió en el colo y ya nunca se bajó. No me quedó otro remedio que llevármela a casa.
-¿Cómo llegó lo de la tienda?
-Yo vivo en el Casco Vello y cuando empecé mi nueva vida con Juanita, en enero del 2015, me di cuenta de que por la zona había muchos perros y ningún establecimiento tienda de suministros para ellos. Con ayuda de mi familia y una amiga monté la tienda en unos meses. Los comienzos en cualquier negocio comercial son difíciles y tuve la mala pata de que cuando ya llevaba un año y empezaba a marchar todo bien, sufrí un trombo venoso profundo en todo el cuerpo. Casi me muero. Estuve hospitalizada dos meses y aunque lo cabal habría sido dejarlo, me empeñé en volver porque este trabajo es mi sueño. Regresé al trabajo antes de estar totalmente bien y abría las horas que podía, pero perdí muchos clientes y toda la labor de fidelización de aquel año debido al problema médico que todavía sufro, ya que me recuperé de una parte, aunque tengo la mitad del cuerpo mal.
-Pero no se rinde...
-No. Aquí sigo luchando. Internet es un duro enemigo que batir. Sigo intentando salir adelante y reinventarme, por eso voy a lanzar una página web con los retratos con muñecos amigurumi, que son increíbles. Pero no los hago yo.
-¿Quién los hace?
-Varias amigas se ocupan de los encargos, como Rosa, que fue la primera y nunca los había hecho antes. Yo la animé. Nos hizo a mí y a Juanita, clavadas. Yo había visto esto del amigurimi en la página de una chica que sigo en Instagram. Siempre estoy buscando cosas nuevas porque para competir en este sector, los pequeños comerciantes tenemos que ofrecer algo diferente, creo.
-¿Hay más cosas?
-Sí. Por ejemplo, productos que hace y personaliza un carpintero artesano de A Guarda, como comederos, casetas y camas. También bolsas pintadas a mano con el retrato de tu mascota por una artista viguesa, álbumes encuadernados que se pueden bordar que personaliza también otra artesana de Vigo. Ese es mi precioso proyecto que espero me ayude a mantener la tienda abierta, ya que está muy difícil seguir con el agujero que ocasionó hace dos años la enfermedad. Yo apuesto por artesanos y artistas que ponen todo su cariño en los artículos que hacen. Esa es mi filosofía de vida desde que casi la pierdo.
Dónde. Calle Gamboa, 3. Casco Vello de Vigo.
Qué. Gestiona pedidos de peluches de lana tejidos con agujas de crochet. Son los llamados amigurumis, una tendencia japonesa que ha llegado a todo el planeta.