«Queremos conectar a los artistas entre ellos y también con el público»

Marta Vázquez Fernández
Marta vázquez OURENSE / LA VOZ

VIGO CIUDAD

Miguel Villar

La Universidad premia la iniciativa de cuatro jóvenes de montar una empresa cultural

03 jul 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Poner en marcha una empresa que trabaje con la cultura también es posible. Y no son muchos los emprendedores que apuestan por esta línea de trabajo, pero algunos se atreven. Es el caso del equipo formado por Jorge Barandela, Silvia Meno, Violeta Pérez y Sabela Pindusa. Con distintos perfiles y profesiones diversas, decidieron hace algunos meses pensar en un proyecto común, que pivotara en torno a la divulgación cultural, a la inclusión social y a la mayor visibilización del artista en Galicia.

Todo esto, y seguramente mucho más, es lo que se esconde detrás de ReivindicArte, una propuesta que sedujo al jurado de los premios Incuvi-Emprende, que organiza anualmente la Universidad de Vigo para fomentar el emprendimiento entre los universitarios. «Somos un grupo de cuatro amigos y formamos un equipo interdisciplinar, ya que cada uno somos de una rama. Jorge es de las artes escénicas y arte dramático; Silvia hizo Turismo; Violeta se encarga de la parte social, porque es trabajadora social, y yo soy de Historia, aunque también tengo estudios de gestión cultural», explica Sabela, que recuerda que «esto surgió porque todos teníamos proyectos por separado, pero hoy en día laboralmente las cosas no están fáciles, vas de aquí para allá sin una estabilidad, así que nos ocurrió que podríamos unir fuerzas y hacer una empresa de gestión cultural que aunase también la inclusión social».

Cuando supieron de la convocatoria universitaria, decidieron presentarse, con una idea que, además, incluía algo muy novedoso. La puesta en marcha de una comunidad de artistas. «Nuestra idea es crear una comunidad que reúna a los artistas gallegos y sobre todo que reivindique a quienes son menos conocidos, porque hay mucha gente que tiene verdaderos dones con el arte y sin embargo no sabe por dónde tirar; incluso estudiantes que no saben por dónde empezar», explica Sabela, que añade «pensamos que sería buena idea montar algo que los pudiera conectar a todos y también comunicarlos con el público».

Y aunque asegura que se presentaron a la convocatoria solo porque querían ver la viabilidad que podría tener su proyecto, sin pensar en ganar, resultó que su propuesta gustó. Ahora ocupan uno de los nidos de la Tecnópole, donde reciben asesoramiento por parte de un grupo de mentores, que en los próximos meses les ayudarán a ver si el proyecto es viable y les darán las claves para poder convertirlo en una empresa. «Ahora estamos trabajando sobre nuestra idea, viendo los flecos, las debilidades y comprobando cómo podemos desarrollarlo mejor; estamos en una fase inicial pero esperamos salir adelante», reconoce esta ourensana, que deja claro que «esto para nosotros está siendo una gran oportunidad porque estamos aprendiendo mucho y queremos ver en estos meses cómo se desarrolla y cómo convertimos esto en una empresa de gestión cultural».

Talleres de inclusión

Sobre la comunidad de artistas, recuerda que pretender ser un foro que sirva de punto de encuentro para los profesionales de las distintas disciplinas, que les permita conectarse e interactuar, pero ReivindicArte tiene más aristas. «Nos gustaría poner en marcha talleres que estuviesen muy centrados en la inclusión social. Vemos que muchas veces se hacen actividades enfocadas para un grupo determinado, por ejemplo, para personas sordomudas, en las que solo están ellos. Eso no es inclusión social; lo es hacer una actividad abierta a todo el mundo, cualquiera que sea su condición, para que puedan participar y colaborar, de forma que den a conocer las distintas realidades que existen», cuenta Sabela. Además, en una provincia como Ourense, con una población altamente envejecida, creen que sería también factible la puesta en marcha de actividades intergeneracionales.

Los próximos meses serán, sin duda, muy intensos para este grupo de jóvenes. «Los que somos de carreras más humanísticas no vemos a veces la posibilidad de montar una empresa. Sabemos que es algo a lo que hay que dedicar mucho tiempo y ganas, pero de eso tenemos de sobra así que vamos a trabajar duro para sacarlo adelante», confiesa Sabela.