A Pedra: cerrado y con dos bandos

María Jesús Fuente Decimavilla
maría jesús fuente VIGO / LA VOZ

VIGO CIUDAD

XOAN CARLOS GIL

Un sector de los comerciantes del mercado recurre al juzgado para obtener información

03 jul 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

A Pedra, el mercado más emblemático de Vigo, parece no levantar cabeza. Los intentos por reflotarlo no dan sus frutos, al menos tan rápido como algunos comerciantes quisieran, a juzgar por la penosa imagen que ofrecía ayer mismo. Un turista tras otro preguntaba al acercarse si se encontraba en las populares instalaciones. Los puestos de la parte superior, la principal, aparecían cerrados a cal y canto. Ni señales de vida en ninguno de ellos.

Por si las redadas policiales que lo hundieron en el 2014 fueran poco, la división interna entre los comerciantes que quedan son evidentes hasta el punto de crearse dos bandos por un conflicto de intereses. Por un lado está el que apoya a la junta directiva y sus ideas para tratar de sacarlo del ostracismo. Por otro, el que critica su gestión. Este último ha presentado una demanda en el juzgado para reclamar una serie de documentos, entre ellos actas de las asambleas, escrituras, lista de asociados e información económica. Entienden los vendedores críticos que tienen derecho a ser informados para comprobar si se han infringido los estatutos. Pretenden que se impugnen algunos de los acuerdos y confían en que ahora, al solicitar el juzgado la información, puedan enterarse de lo que está pasando realmente y no de lo que se va contando. A su juicio, si los responsables de los negocios no están al corriente de los pagos, no pueden acceder a las asambleas y recuerdan que incluso se llegó a suspender una reunión por ese motivo. Para este sector, la junta directiva impone su criterio, de ahí que quiera impugnar acuerdos de la asamblea. Tampoco le agrada cómo se hace la condonación de la deuda y que recaiga sobre la entidad.

La tensión en el mercado de A Pedra viene de atrás. Al margen de los problemas judiciales por las redadas, el sector más descontento de los comerciantes reconoce que hace mucho tiempo que la gestión era nefasta o más bien nula. Sobre los acuerdos hechos públicos recientemente tras la celebración de la última asamblea, temen que no sean más que humo. En la reunión se acordó ofrecer en torno a una quincena de puestos a interesados ajenos al mercado aportando una entrada que se califica de irrisoria, pero que no se ha querido desvelar. La cuota mensual sería de 120 euros. Estos negocios pertenecían a antiguos vendedores que no los trabajaban y, además, tenían deudas con la asociación. Ahora, permitirán que sean otras personas sin vinculación alguna las que se hagan cargo a cambio de perdonarles las deudas. En total asciende a unos 80.000 euros.

Par el presidente del mercado, Alfonso Méndez, la condonación de la deuda para disponer de los puestos es la única forma que tienen de reflotarlo y de desbloquear la situación enquistada desde hace cuatro o cinco años.

«Fue acordado correctamente, está todo bien y creemos que vamos por buen camino. Tenemos ya varias propuestas y ahora, cuando nos pongan carteles, esperamos que surjan más». La idea es poner negocios orientados al textil o a otro tipo de artículos como calzado, bolsos, gafas... Aunque tampoco le harán ascos a alguno diferente, como alimentación típica. En cualquier caso está convencido de que tendrán que ser precios asequibles. «Tendrá que ser formato outlet. Con precios caros no vamos a ninguna parte. El tema será ganar poco y mover mucho, legalmente se puede hacer», añade Méndez. Cree que si se hubiera cogido antes el toro por los cuernos, hace un año que estaría funcionando. De esta manera ya se da el verano por perdido, no quieren precipitarse.

Un tribunal de Vigo busca ya fecha para el macrojuicio de la redada del 2014

Cuatro años después de la que fue la mayor redada contra la ropa de marca falsificada, un tribunal de Vigo busca, al fin, fecha para la celebración del macrojuicio. La Operación Cuarzo dejó tocado al mercado de A Pedra hasta el punto de que nunca se llegó a recuperar. Supuso el cierre de casi medio centenar de negocios, entre los puestos y los almacenes de los que se abastecían. Pese a que un año después se autorizó el desprecinto y apertura de algunos negocios, nunca logró recuperarse.