El gran incendio del 2017 ya asfixia económicamente a comuneros de Vigo

R. DONIZ VIGO / LA VOZ

VIGO CIUDAD

Oscar Vazquez

Matamá, Comesaña, Coruxo y Valadares son las zonas más afectadas al no tener madera que talar para generar ingresos

09 jul 2018 . Actualizado a las 14:25 h.

El gran incendio del 2017 (domingo, 15 de octubre) dejó secuelas materiales, con miles de hectáreas calcinadas, e inmateriales, con el macabro recuerdo de la mitad de la provincia ardiendo y el fuego abriéndose paso en Vigo. Nueve meses después de la catástrofe, los colectivos que integran la Mancomunidad de Montes siguen sin recuperar la normalidad y, lo que es peor, cada día más asfixiados económicamente por la falta de ingresos que contrasta con la sucesión de gastos. Especialmente complicada es la situación de los comuneros de Matamá, Comesaña, Coruxo y Valadares. Las llamas arrasaron cada metro de suelo de sus entidades, por lo que ahora, para recuperar la normalidad, harán falta dos cosas: dinero y tiempo.

El presidente de la mancomunidad, Uxío González, pone voz a la tragedia medioambiental y sus consecuencias. Aclara que aún se está terminando de cortar la madera quemada, a la vez que añade que los equipos técnicos de las entidades afectadas, en mayor o menor medida, también trabajan en la redacción de nuevos planes de ordenación. «Ardeu moito, algunhas comunidades na súa totalidade. Agora teñen que facer un plan de ordenación completamente novo, o que tiñan non lle serve para nada». El gasto que implican los nuevos documentos puede afrontarse gracias a la inyección de dinero que acaban de recibir las arcas de las comunidades con la venta de madera quemada, por lo que los informes llamados a revitalizar el terreno quemado podrán pagarse, aunque lo peor está por llegar, según adelanta el mismo Uxío González.

«Agora que se cortou a madeira teñen cartos, pero o problema máis grave virá despois, dentro de tres, catro ou cinco anos, cando non se teña nada que cortar e as comunidades carezan de ingresos cos que afrontar os gastos que implica o coidado do monte, e máis nestes casos, nos que é necesario renovar todo o chan comunal despois dos lumes do ano pasado». El vaticinio del veterano comunero no resulta optimista, pero responde a la realidad y afectará a cada comunidad de montes en función del suelo que tenga afectado por el fuego. Mientras, la entidad que aglutina a todos comuneros de Vigo trabaja también para acometer las tareas de prevención de incendios con el desbroce de las cunetas en pistas y otras zonas.