El geólogo Daniel Rey se hace cargo del Campus do Mar en «una etapa difícil»

María Jesús Fuente Decimavilla
maría jesús fuente VIGO / LA VOZ

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El catedrático de la Universidad de Vigo tendrá que buscar fondos al acabarse los ingresos

27 jun 2018 . Actualizado a las 16:39 h.

El geólogo y catedrático del área de Estratigrafía de la Universidad de Vigo Daniel Rey García es el nuevo director del Campus do Mar y del Centro de Investigación Marina de la Universidad de Vigo (CIM). Su primera intervención pública iba a tener lugar ayer en Madrid con motivo de la presentación del plan de adaptación de la acuicultura española al cambio climático. Sin embargo, finalmente no pudo asistir al verse afectado por las desviaciones de vuelos en el aeropuerto de Peinador como consecuencia de la niebla y la desconexión del sistema ILS. El investigador confía en que esto no sea un mal presagio para su nueva andadura profesional.

Ponerse al frente del Campus do Mar supone para este científico de la Universidad de Vigo un paso importante en su carrera, una posibilidad de desarrollar ideas sobre cómo debe afrontarse el futuro de esta agrupación estratégica, un proyecto al que se refiere como «único». Reconoce que afronta una nueva etapa «tremendamente difícil, debido a que ya concluyó la financiación y tenemos que encontrar nuevas fuentes de ingresos». En este sentido, el nuevo responsable del campus de excelencia asegura que tratará de dar continuidad a todos los proyectos que ya están en marcha y, por su parte, asegura: «pondré todo mi empeño en que el Campus do Mar vuelva a coger impulso».

«Vamos a ver lo que se puede hacer», comenta, tras insistir en lo complicado de la situación.

Los retos más importantes pasan por el desarrollo de la participación de la Universidad en la ETEA, tanto en lo que se refiere a la funcionalidad del edificio, como a la posibilidad de desarrollar en esas instalaciones una escuela de verano. Esta iniciativa fue puesta sobre la mesa por el actual rector, Manuel Reigosa, durante la campaña electoral.

«Para nosotros el objetivo es que el Campus do Mar sea una plataforma para desarrollar y hacer visibles las actividades de los investigadores marinos de la Universidad de Vigo y, por extensión, de todo el eje que forma Galicia y el norte de Portugal», destaca.

El también profesor del departamento de Geociencias Marinas y Ordenación del Territorio de la Facultad de Ciencias del Mar ha participado en numerosos proyectos de investigación, entre ellos, en la campaña denominada Gran Burato con el grupo Geoma, que tenía como misión confirmar la presencia de gas frente a la costa gallega susceptible de explotación comercial.

Daniel Rey sucede en el cargo a Emilio Fernández, quien decidió pasar página al presentarse el pasado mes de abril como candidato a rector por el grupo Ideas que Suman. Desde el 2010, cuando se confirmó la concesión de excelencia internacional al Campus do Mar y hasta principios del 2018 Fernández ejerció los cargos de director (2010-2016) y de comisionado (2016-2018). No obstante, ya con anterioridad a la concesión del campus de excelencia, Emilio Fernández fue el coordinador de todo el proyecto durante el mandato del rector Alberto Gago. Su cese oficial se produjo el mismo día de la toma de posesión del nuevo rector, el 8 de junio.

Tampoco su etapa fue siempre un camino de rosas. Los mejores momentos tuvieron lugar al principio, cuando llegaron los 5,4 millones de euros para dos anualidades. Después, con el cambio de Gobierno, quedaron paralizados los programas de campus de excelencia y, por tanto, la financiación. El proyecto logró salir a flote al conseguir extender la financiación inicial a siete años y lograr mientras nuevas iniciativas, un trabajo de hormiguitas.

Que el nuevo director, Daniel Rey, tiene la idea de aprovechar las realizaciones anteriores lo demuestra el hecho de retomar ahora el proyecto Aquadapt, puesto en marcha hace unos meses, liderado por el Campus do Mar y financiado por la Fundación Biodiversidad. El principal objetivo de esta iniciativa era redactar un plan de adaptación de la acuicultura española al cambio climático. Gracias a ello pudo presentarse ayer en Madrid un plan de acción, toda una programación de tareas que están previstas llevar a cabo a lo largo de los próximos dos años.

DNI

Daniel Rey García

Ourense, 1962

Doctor en Ciencias Geológicas

Catedrático del área de Estratigrafía de la Universidad de Vigo

«Para mí es un reto muy emocionante e ilusionante, se trata de aprovechar el potencial que hay»

Daniel Rey tiene muy claro que tendrá que ir paso a paso para ponerse al día e intentar coger carrerilla lo antes posible. «Lo primero que haré será enterarme de cómo funciona todo lo que hay, porque como se agotó la financiación hay que reorganizar, elaborar un plan estratégico y ver como se encaja», explica.

Es consciente de que la ayuda que tienen de las instituciones es a una escala muy diferente de la que había en la época de las vacas gordas con la financiación europea, cuando se creó el campus de excelencia. De hecho, la aportación de la propia Universidad de Vigo es de unos 20.000 euros, algo insignificante para un proyecto de esta envergadura.

«Es una marca importante, que implica a las universidades gallegas, portuguesas, al CSIC y al Instituto Oceanográfico. Hasta ahora funcionó bien y es importante mantenerlo, encontrar formas de financiación para convertirlo en un centro en investigación marina a nivel nacional», añade. Confía en obtener la financiación a través de proyectos europeos y de empresas.

«Para mí es un reto muy emocionante e ilusionante, se trata de aprovechar el potencial tecnológico que está ahí», destaca el director del Campus do Mar.

Uno de los objetivos, no menos importantes, es mantener el interés de sus socios. «Todo el mundo es consciente de que una vez que se crea una marca, facilita las cosas. Es muy importante que esté todo el mundo». Tal vez por eso la idea es mantener el nombre al considerar que se ha hecho un hueco en el mundo de la investigación marina.

Tampoco se olvida de la ETEA y de la trascendencia que tiene para el futuro del proyecto. «La idea es organizar la universidad de verano, pero esto ya no es para desarrollar ahora, sino a más largo plazo», indica.