Matusalén es nombre de camelia

S. antón VIGO / LA VOZ

VIGO CIUDAD

Marcos Canosa

El ejemplar de japónica del pazo de Castrelos es uno de los atractivos del parque

24 jun 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Las camelias de las Rías Baixas en general y de Vigo y su entorno en particular son auténticos tesoros naturales, y así queda de manifiesto en la nómina de árboles singulares de la provincia, donde de las cuatro camelias -el nombre del árbol también es del género femenino- que aparecen, tres están en la comarca viguesa. La relevancia de esta especie en el sur de Galicia no se circunscribe a las fronteras nacionales, ni siquiera a las europeas, sino que son famosas en todo el mundo. Para muestra la carta que en el 2007, el mismo año en el que la Xunta acordó elaborar el catálogo de árboles singulares, Shigeo Matsumoto, presidente de la Sociedad Japonesa de la Camelia, remitió al entonces presidente de la Diputación. Le decía que las camelias de la provincia tendrían que ser conservadas como patrimonio de la humanidad. No hay que olvidar que Japón es el país de origen de la especie, lo cual dice mucho del valor del escrito.

Matsumoto envió la carta después de realizar una visita guiada por distintos jardines y pazos en compañía de otros diez miembros de la citada asociación nipona. Confesaba que había soñado muchas veces con la visita y que no solo no le había defraudado, sino que lo que vio con sus propios ojos superó cualquier expectativa y vino a corroborar que las camelias de las Rías Baixas «son únicas y tienen un valor incalculable a nivel mundial».

Carmen Salinero, presidenta de la Sociedad Española de la Camelia, no puede estar más de acuerdo. Dice que la variedad de japónica que preside el jardín francés del pazo de Castrelos, conocida por su edad como Matusalén, es un lujo «en un asentamiento idóneo». No hay datos fidedignos sobre la fecha en la que fue plantada, pero se bajara como probable el año 1860, tras el establecimiento en Oporto de Marques Loureiro. Y es que lo que si se sabe es que la planta vino de Portugal y se conservan documentos escritos sobre la llegada a Vigo de Loureiro.

Elemento simbólico

Su emplazamiento ha terminado por convertirla en un elemento simbólico del pazo, curiosamente rodeada de un seto también de camelia. «Estos setos son una maravilla, pero estamos tan acostumbrados a verlos que no les damos importancia», sostiene Carmen Salinero.

La simbiosis entre Vigo y las camelias, como ha puesto por escrito Pablo Mansilla, ingeniero agrónomo y fabricante de aceite de camelia. «Queda patente en muchos ámbitos de la vida de sus ciudadanos, aunque en numerosas ocasiones pasa desapercibida».

La relación de la ciudad con esta especie empezó a fraguarse hace más de 150 años, precisamente con la llegada de Matusalén, la japónica más antigua de la urbe. Asegura Mansilla que no es casualidad que de los 14 jardines incluidos en la Ruta de la Camelia de Galicia, Vigo sea el único municipio que cuenta con dos.

Mansilla sostiene que la especie es un símbolo de la ciudad desde 1966, año en que se celebró la primera exposición internacional de la camelia. Como símbolo de la importancia del certamen el alcalde, Rafael Portanet, anunció el cambio de nombre de la avenida de la Circunvalación, que se había inaugurado tres años antes, por el de avenida de las Camelias que, por supuesto, está cuajada de dichas plantas. Pero no es la única. Lo mismo ocurre en García Barbón, República Argentina, Coruña, Marqués de Valladares...

El parque más completo

Al margen de Matusalén y los restantes árboles singulares de Castrelos, Carmen Salinero subraya que el entorno del pazo lo tiene todo desde el punto de vista del patrimonio natural: «Es jardín, pero también es bosque, tiene historia...». Otra de sus señas de identidad son los tres eucaliptos de gran porte situados en el denominado jardín inglés, muy cerca de la antigua pista de tenis. Con más de 120 años de antigüedad, su porte es difícilmente superable. El más alto alcanza los 59 metros, el equivalente a un edificio de 20 plantas. Para abrazar su tronco de casi 9 metros de circunferencia se necesitan al menos cinco personas. Se sabe que los trajo de Australia fray Rosendo Salvadó, lo que los convierte en los ejemplares más antiguos de Galicia en su especie.

Aunque solo tres de ellos forman parte del catálogo de árboles singulares, quedan 15 ejemplares de la plantación original, que forman una doble alineación de magnífica arquitectura. Están en buen estado de conservación y varias de sus copas están unidas debido a la proximidad de las ramas.

«Los rayos son los que más árboles singulares matán»

Doctora en Biología, Carmen Salinero es una de las voces más autorizadas en camelias no solo de España, sino de Europa. Sin duda, haber crecido entre ellas supuso un plus. En realidad, las camelias son la devoción, ya que como jefa del servicio de fitopatología de la estación Areeiro, en el capítulo de obligaciones caben todas las especies de árbol.

-¿Del listado de ejemplares singulares de la provincia cuál es su favorito?

-Casi todos, porque cada uno tiene su singularidad.

-Eso se llama ser políticamente correcta.

-Lo cierto es que lo mejor de esa lista es que por fin se está poniendo en valor el patrimonio verde. A la hora de hablar de patrimonio siempre se piensa en piedras, pero en la naturaleza también hay verdaderos monumentos, con la particularidad de que en este caso el colorido y el olor van cambiando en función de las estaciones. Los olores son muy importantes en los jardines.

-Que la protección de la gozan impida casi tocarlos ¿no puede ser contraproducente en caso de que enfermen?

-Puede. De hecho, por achaques de la edad alguno ya ha causado baja, aunque son los rayos los que más árboles singulares matan, ya que al ser normalmente los de mayor porte son los que se llevan la peor parte en las tormentas.

-Y en ese caso, ¿intentar clonarlos?

-Para eso se necesita un permiso especial.

-¿Se ha pensado en hacer una ruta de árboles singulares?

-Claro que sí, pero es muy complicado. De hecho, el año pasado pedí un par de cursos a la Diputación, que ya estaban presupuestados, pero al final se anularon. Al estar en municipios distintos y distantes se necesitan varios días para completar la ruta.