El Concello entrega Pass Vigo diferentes a los usuarios censados en otros municipios

manu otero VIGO / LA VOZ

VIGO CIUDAD

XOAN CARLOS GIL

Los titulares de fuera de Vigo deben acudir a las oficinas de Vitrasa con un justificante de empadronamiento para recoger su tarjeta

20 jun 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

El veto del Concello al acceso a la tarjeta Pass Vigo, que da derecho a los descuentos en el billete del transporte urbano, a los empadronados en otros ayuntamientos fue tumbado por un juez a finales del mes de abril. Cincuenta días después de haberla solicitado, el pase comienza a llegar a los usuarios de fuera de Vigo. Sin embargo, el aspecto de este documento es completamente diferente al que manejan desde principios de año los vigueses. Si uno está serigrafiado con símbolos de la ciudad y con el nombre de Pass Vigo escrito en letras grandes, la otra es una cartulina completamente blanca en la que solo aparece el nombre y apellidos del titular y un código numérico de identificación. Ni siquiera figura la marca Pass Vigo, en su lugar aparece «Tarjeta Verde», la precursora del carné de identidad vigués promovido por el gobierno local.

«Es como si nos ponen una marca en la frente, tiene tintes racistas», lamenta muy enfadado Manuel Veiga, que lleva años viviendo y trabajando en Vigo pero que todavía sigue empadronado en O Carballiño, su lugar de nacimiento.

La notificación de que su bonobús ya estaba disponible le llegó esta semana por correo electrónico. «Al objeto de evitar los posibles atrasos y pérdidas que se puedan derivar de la entrega de las tarjetas para no empadronados en Vigo, las mismas deben ser recogidas por el solicitante en las oficinas de Vitrasa. Para la recogida de la tarjeta es necesaria la presentación del DNI y un justificante de empadronamiento del ayuntamiento de residencia del solicitante», reza el aviso. Hasta en el método de entrega hay un trato desigual. Mientras a los censados les llegaba la Pass al buzón de su casa, los de otros concellos deben acudir a recogerlas a la carretera de Camposancos. «Preferiría que me la enviasen a casa, aunque tuviera que pagar yo el sello», se queja Veiga, quien tampoco entiende por qué le piden un justificante de empadronamiento si en la solicitud ya especificó su lugar de residencia. «Tuve que pedirlo telemáticamente y pagar unas tasas, parece que están de cachondeo», censura el ourensano.

Pero lo más doloroso para este ciudadano de Vigo es «el trato discriminatorio» por no estar censado en la ciudad y teme que el resto de la sociedad lo señale por tener una tarjeta diferente. «Imagina qué pasará cuando venga el revisor, te pida la tarjeta y el resto de pasajeros vea que es diferente. Hoy ya me dijeron: ‘Al final conseguisteis que os pagáramos los descuentos’». No obstante, la necesidad de Veiga de disponer del bonobús no es por la rebaja en el billete, sino el acceso a los transbordos gratuitos. «Si tengo que coger tres autobuses, son tres billetes a pagar, podían poner un tique que nos ahorre eso si no nos quieren dar la Pass», sugiere.

La tardanza en la tramitación de la tarjeta también generó malestar entre los solicitantes. «La pedí el 26 de abril, pasaron 50 días y tuve que ir a preguntar al Concello y estar toda la mañana en la cola», remata el nuevo usuario del bonobús.