El muro de la estación de Urzaiz será más alto para evitar accidentes

manu otero VIGO / LA VOZ

VIGO CIUDAD

XOAN CARLOS GIL

Las obras empezaron ayer, aunque la zona lleva más de dos semanas vallada

19 jun 2018 . Actualizado a las 12:54 h.

El muro de la estación de Urzaiz crecerá varios centímetros. El Concello de Vigo pone en marcha las obras para aumentar la altura del histórico pretil de la terminal del ferrocarril para adecuarse a la normativa europea y de paso despejar de un plumazo las dudas de seguridad que suscitaba la muralla por su escaso metro de alto desde que se terminó su construcción a finales de los años 20. «Vamos a hacerlo un poco más alto por seguridad», confirmaba uno de los operarios que trabajaba ayer sobre el terreno.

El despliegue de obreros en la zona para ampliar la altura del muro fue muy bien recibido por los peatones que transitan por la calle Urzaiz. «Es verdad que es muy bajito, todo lo que sea mejorar me parece una buena idea», agradecía Elisa Pintos, mientras esperaba por el autobús en la parada de la calle. Menos importancia a la actuación le dio Venancio Dobarro, vecino del barrio. «Este muro está así desde que yo era pequeño, hubo alguna caída, pero no veo que fuese tan peligroso», expone este vigués de 67 años.

El objetivo principal de esta actuación que se prolongará durante las próximas semanas será la sustitución de los bloques de piedra antiguos por unos nuevos de mayor tamaño que incrementen la altura del pretil. Los trabajadores iniciaron ayer la instalación de las primeras losas en el cruce de Urzaiz con la Baixada a Estación. En la zona baja del talud, en la propia plaza de la estación, otros dos obreros medían y cortaban la roca para encajarlas en su próxima ubicación. Era tan alta la temperatura, que los operarios trabajaron en la estrecha franja de sombra que proyectaba el mismo talud que se encargan de mejorar.

Aunque el desnivel lleva tanto tiempo en la ciudad que ya está plenamente integrado en el urbanismo vigués, su creación es artificial. Se hizo a finales del siglo XIX como consecuencia de los movimientos de tierra necesarios para la construcción de la estación del ferrocarril. Esa montaña de tierra que partió en dos la urbe fue motivo de crítica por parte de la ciudadanía durante décadas. No solo por la mala imagen, también por la falta de seguridad. No fue hasta finales de los años 20 cuando se completó la construcción del muro protector. Pero su prolongación hacia Vía Norte se demoró todavía más y fue rematado en los sesenta.

«Téñenme contado que unha vez caeu un neno», comentaba otro vecino del lugar que observaba los movimientos de los obreros. Aquel suceso ocurrió en 1928, el menor jugaba en lo alto del recién instalado muro con sus amigos cuando se precipitó a la plaza desde una altura que ronda los diez metros. Solo resultó herido en una pierna. También se han caído coches por el terraplén. Hace dos años se produjeron los últimas accidentes, uno de ellos resultó mortal.