Galaria cobra al Chuvi 3 millones al año por las resonancia que hace en sus hospitales

Ángel Paniagua Pérez
Ángel Paniagua VIGO / LA VOZ

VIGO CIUDAD

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La empresa pública asegura que «nunca ha dejado de atender a ningún paciente», aunque no está haciendo los tacs que le corresponden

15 jun 2018 . Actualizado a las 13:10 h.

La organización de la sanidad de Vigo siempre ha sido diferente al resto de Galicia. Una de sus peculiaridades es la existencia de una empresa pública que controla, al margen de los hospitales, servicios que se prestan en los propios hospitales. En la mayoría de las especialidades, los pacientes no lo notan, porque son servicios independientes, como la radioterapia. Pero el caso más peculiar es el de la radiología, porque existe un numeroso servicio dentro del Complejo Hospitalario Universitario de Vigo y otro dentro de Galaria. La integración de ambos ha provocado una guerra que en las últimas dos semanas ya ha empezado a afectar a los pacientes.

Galaria hace las resonancias magnéticas dentro de espacios de los hospitales Álvaro Cunqueiro y Meixoeiro pero el área sanitaria de Vigo le tiene que pagar. Son casi tres millones de euros cada año, según recogen los presupuestos de la empresa pública de los últimos años. Para este, prevé gastar 2,85 millones de euros, que ingresa del Sergas por las resonancias que hace en los equipos instalados en los dos hospitales de Vigo, para pagar los salarios y el mantenimiento de los equipos. Como calcula que hará cerca de 24.000 estudios, se deduce que el Sergas paga por cada uno una media de 120 euros. Para regularlo, cada año se firma un contrato programa entre las dos instituciones.

La cifra se mantiene en la línea de los últimos años. El presupuesto para el pasado era cien mil euros menor y en el 2016 había sido de 2,66 millones. El techo lo marcó el 2010, cuando Galaria presupuestó 3,1 millones por las resonancias de Vigo.

Esta relación monetaria existe a pesar de que hace dos años se aprobó la integración funcional de los dos equipos de radiología, que no acaba de producirse. Con ese movimiento, los radiólogos del Chuvi pasarían a hacer resonancias; y los de Galaria, tacs y ecografías. Los primeros pasos se han dado pero el Sergas ha reconocido en los últimos días que hay desajustes. Se refiere a que Galaria se negase a hacer tacs de forma sistemática desde la semana pasada y a que doce personas tuviesen que marcharse a su casa sin la prueba para la que estaban citadas, por esta guerra. Algunas operaciones y consultas se han visto amenazadas por toda esta guerra. De momento se ha solventado con la asunción de las pruebas por parte del Chuvi.

Desde la empresa pública no quieren hacer comentarios sobre el fondo del asunto. Se limitan transmitir que «Galaria nunca ha dejado sin atender a ningún paciente» y que seguirá trabajando «codo con codo con el hospital». En su breve nota no hace ninguna referencia a la integración funcional que supuestamente está en marcha.

La dirección de los hospitales sí ha insistido estos días que se están dando pasos y que la integración es imparable.