Un masajista se enfrenta a 18 meses de cárcel por propasarse con una clienta

a.martínez VIGO / LA VOZ

VIGO CIUDAD

E.V.Pita

El acusado, que atendía en una sala de su herboristería, negó abusos sexuales

14 jun 2018 . Actualizado a las 13:34 h.

Una mujer acudió a la consulta del masajista con dolor en las cervicales sin saber que iba a pasar uno de los momentos más incómodos de su vida. La paciente acabó vistiéndose y abandonando el establecimiento rápidamente después de haber sufrido tocamientos.

El juzgado de lo penal número 1 de Vigo acogió ayer la vista oral contra el masajista acusado de sobrepasarse con su clienta con ánimo libidinoso. La representante del Ministerio Público solicitó para el acusado una condena de un año y medio de prisión por un delito de abusos sexuales, así como su inhabilitación para el derecho de sufragio pasivo durante el tiempo de condena. Confirmó su petición al final del juicio al elevar sus conclusiones a definitivas.

Los hechos sucedieron en una herboristería de Vigo el 19 de junio del año pasado. El hombre J.M.B. se dedicaba a los masajes de manera ocasional, sin que fuese la actividad principal de su establecimiento. Pero disponía de una sala reservada dentro de la tienda con una camilla, donde de vez en cuando atendía a algunos clientes.

La víctima que lo denunció es una mujer joven que ya había estado en su consulta en otras ocasiones. Esta vez había acudido porque sentía dolores en la parte superior de la espalda. El masajista le pasó a la sala privada y le ordenó que se quitase la ropa, quedándose la mujer en ropa interior.

A pesar de que la paciente sentía una dolencia en una parte muy concreta, el hombre empezó a darle un masaje por todo el cuerpo. Comenzó a frotarle los pies y fue subiendo poco a poco por las piernas para después decirle que se diera la vuelta. La paciente se sintió incómoda y le recordó que había ido a su consulta «por lo de las cervicales». El hombre no le hizo caso y continuó pasando sus manos por todo su cuerpo con el pretexto de que «todo está relacionado».

Abusos

Tras pasarle las manos por la zona abdominal e inguinal, prosiguió por la zona vaginal, por lo que la paciente le preguntó muy sorprendida qué estaba haciendo. El acusado siguió sin darle importancia a lo que estaba sucediendo y le contestó que estuviese tranquila y que se relajase, que era algo normal y no pasaba nada.

Lejos de tranquilizarse, la paciente se levantó de la camilla diciéndole que se quería marchar. La mujer se vistió rápidamente, cogió sus cosas y abandonó el establecimiento indignada. Poco después interpuso una denuncia en la policía y el masajista fue investigado por un presunto delito de abusos sexuales. Según concluye la representante del Ministerio Público, actuó «con un ánimo lúbrico». El hombre negó haber actuado para satisfacer sus deseos sexuales.

La vista estuvo inicialmente fijada para el pasado mes de mayo, pero tuvo que ser suspendida por la ausencia de una de las personas que estaban citadas en la vista. Se trata de un caso de abuso sexual que se produce sin violencia ni intimidación y sin que tampoco medie el consentimiento de la víctima. El Código Penal estable unas penas que oscilan de uno a tres años de prisión, o bien el pago de una multa de 18 a 24 meses.

Más casos

No se trata de un caso aislado. La Guardia Civil detuvo por segunda vez hace tres meses a un terapeuta de 45 años por presuntos abusos a una mujer que acudió a su consulta. La víctima lo denunció días antes al sentirse ultrajada después de asistir a una sesión terapética.

Del mismo, acudió porque le dolía la espalda y, para su sorpresa, el masajista le puso las manos sobre sus partes íntimas. Presuntamente le manoseó los pechos y siguió dándole un masaje hasta llegar a la pelvias. La paciente se puso muy nerviosa y avisó a las fuerzas del orden al salir del local. El hombre quedó en libertad tras pasar a disposición judicial, investigado por un presunto delito de abusos sexuales.

La Guardia Civil ya detuvo a este hombre en el 2016 por presuntos abusos a otras cinco pacientes en su gabinete de Nigrán, aunque el juzgado terminó archivando el caso. Al parecer, el caso no llegó a juicio porque las presuntas víctimas se negaron a interponer ninguna denuncia contra el masajista.