Punto Nemo

Eduardo Rolland
Eduardo Rolland LA BUJÍA

VIGO CIUDAD

01 jun 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Vigo bien podría aspirar a ser considerada el Punto Nemo, que define el lugar más aislado del planeta Tierra. Conocido también como Polo Oceánico de Inaccesibilidad, los geógrafos lo sitúan actualmente en el océano Pacífico a más de 1.600 kilómetros de las costas de tres lejanas islas. Este lugar en el medio del mar es, de hecho, utilizado por las agencias espaciales para traer de vuelta su basura orbital. Allí amerizaron los restos de la extinta estación MIR. Y se dice que los humanos que más cerca están del Punto Nemo son los tripulantes de la Estación Espacial Internacional, porque orbitan a 400 kilómetros de altura y la tierra habitada más cercana está a dos mil kilómetros.

Pero todas estas curiosidades geográficas se ven ampliamente superadas en Vigo. Porque podemos confirmar que nos hemos convertido en el punto más aislado del planeta Tierra. Para empezar, ya era difícil superar el desastre de la autovía hacia Ourense y Madrid, con sus curvas de Tameiga y esas obras abandonadas que constituyen el gran legado de Mariano con nuestra ciudad. A esto hay que añadir un tren del siglo XIX, que va «pola beira do Miño», tras marginarnos sin AVE. Para colmo, Peinador está en obras y se desvían los aviones por falta del dispositivo ILS. Y, rizando el rizo, el puente de Rande tampoco sirve, con sus embotellamientos monumentales. Atascos que son de pago, para más inri. Somos, por tanto, el auténtico Punto Nemo. Y nuestra relación con Verne lo hace incluso más apropiado. Solo nos queda ir como polizones en el Independence of the Seas. Porque han convertido Vigo en la ciudad más aislada de la Tierra.