140 años de Verne en Vigo

VIGO CIUDAD

XOAN CARLOS GIL

Esta semana se cumple el aniversario de la primera visita que realizó a la ciudad el escritor francés, quien durante cuatro días fue un vigués más

29 may 2018 . Actualizado a las 23:04 h.

La ciudad de Nantes comparte cierta identidad con Vigo, por sus antiguos astilleros, su industria de la conserva y ser un importante puerto, durante siglos el más notable de la Francia atlántica. Tal vez este parecido ayudó a que, hace ahora 140 años, un escritor francés se transformase en sólo cuatro días en un vigués más. Porque Jules Verne llegó a Vigo el 1 de junio de 1878 y aprovechó aquella escala de sus viajes para integrarse por completo en la vida social de la ciudad.

Es cierto que ya le unía algo a Vigo, al haberle dedicado diez años antes, en 1869, un capítulo de su novela 20.000 leguas de viaje submarino. Se trata tal vez del episodio más importante, el octavo de la segunda parte de la obra, en el que no sólo el Nautilus acude a rescatar los tesoros de la batalla de Rande sino que el capitán Nemo desvela por fin sus motivaciones.

Pero Verne no llegó a Vigo por eso, sino por mera casualidad. Tras planear durante meses su viaje para estrenar su flamante yate, el Saint Michel III, el mal tiempo le sorprendió en el golfo de Vizcaya y, tras doblar con dificultades Fisterra, buscó refugio en la ría. Viajaba acompañado por su hermano Paul, su sobrino Maurice, el diputado Edouard Raoul Duval y el hijo de su editor, Jules Hetzel jr. La escala se prolongará durante cuatro días y en ellos disfrutará de la ciudad y de su vida social.

La primera sorpresa es que Vigo está en fiestas. A finales del siglo XIX, la Reconquista se celebra el primer fin de semana de junio, al igual que la procesión del Cristo de la Victoria. El escritor anota en su cuaderno de viaje: «Fiesta por la independencia recobrada en 1809 sobre los franceses. Fuegos de artificio. Música. Admisión al Casino. Iglesia reciente, murmullos, no hay sillas». La iglesia reciente es sin duda la colegiata de Santa María, en el Casco Vello, cuyas obras habían concluido en 1838.

El domingo 2 de junio visitará en barco la ensenada de Rande, para contemplar el lugar de la batalla. Aunque le ofrecen un traje de buzo para visitar los pecios, declina la oportunidad de ver con sus propios ojos lo que describió en 20.000 leguas. Por la noche, cenan en la fragata Flore y desembarcan para contemplar la procesión del Cristo. Raoul Duval se extiende con más detalle en una carta: «La noche nos reservaba otra sorpresa: la procesión de las luces. Imagínense toda una ciudad, de diez a quince mil personas al menos, llevando cada una un cirio y marchando en dos filas».

El día anterior, Verne y sus acompañantes ya habían disfrutado de la verbena popular en el campo de Granada. Así la describe Duval: «Por la noche, en el paseo hay música y fuegos artificiales. (…) Encontramos de todo en la bahía de Vigo, incluso el esqueleto de una enorme ballena, pescada en alta mar unos días antes, en el lugar de la fiesta, muy bien iluminada con farolillos; hay una multitud tan grande que parece que estamos en una ciudad de 150.000 almas cuando en realidad son 15 o 16.000 (…) Hay dos bandas de música subidas sobre tarimas, fuegos artificiales de los más bellos, cantidad de bombas de todo tipo, tres obras montadas sencillamente cada una de ellas como un drama en varios actos con cambios de decorado a la vista».

Agasajado por los vigueses, que lo reciben con entusiasmo, Verne tiene también tiempo para dar solitarios paseos por la ciudad. Acude cada día al hotel Continental a dejar su correo. No se aloja allí porque el Saint Michel III, de 31 metros de eslora, está equipado a todo lujo. También pasea hasta la fortaleza de O Castro y deja escrita su admiración por las vistas «realmente hermosas». Y, en la calle del Príncipe, para a tomar algo y leer la prensa internacional en el café Suizo.

Verne regresará en 1884. De nuevo lo hará a bordo de su yate, y volverá a dejar crónicas escritas de su puño y letra, disfrutando de la ciudad durante tres días.

eduardorolland@hotmail.com