Defiende que es la forma de ganar el espacio que necesita la terminal sin rellenos
27 may 2018 . Actualizado a las 05:00 h.El 15 de junio. Es la fecha límite que maneja el presidente de la Autoridad Porturia de Vigo, Enrique López Veiga, para que esté rematado el borrador del plan estratégico del puerto y para hacérselo llegar a los actores que puedan verse afectados por el documento. «La novedad es que lo vamos a poner a disposición de todos los usuarios durante un tiempo para que realicen sus aportaciones, de manera que salga un plan consensuado con toda la comunidad portuaria», afirma.
Al margen de dichas aportaciones, la filosofía con la que están trabajando es la de crear las infraestructuras necesariaa para seguir creciendo. «A veces hay que sacrificar la estética para tener unas instalaciones adecuadas», sostiene. En esa línea, añade, se hace imprescindible ganar espacio de atraque en el muelle de Bouzas, que empieza a estar saturado. En ese sentido, anticipa que no se están planteando rellenos, pero sí garantizarse más alineación mediante la supresión de las escolleras, que considera «inútiles desde el punto de vista de la actividad económica».
Explica López Veiga que dicha transformación permitiría descargar con facilidad a los grandes buques oceánicos mediante la rampa lateral. «Hay que pensar en el futuro, porque lo que tenemos se nos está quedando escaso. A cinco años vista estaremos encorsetados», asegura.
Algo parecido puede empezar a pasar en el muelle de contenedores de Guixar, donde la ocupación no es tal alta -«ojalá estuviéramos también al borde del colapso», dice-, pero donde se impone estudiar cómo conseguir más superficie para dar servicio a la industria viguesa. Y es que la recuperación económica está generando una mayor demanda cada día. «Necesitamos que la opinión pública sea consciente de que el puerto es esencial para la economía de la ciudad», sostiene López Veiga.
Tráficos del entorno
Subraya que la viguesa es una terminal especial, muy conectada con el entorno. No se parece en nada, por ejemplo, a otras como la de Algeciras, en la que si bien se mueven ingentes toneladas de mercancía en comparación con Vigo, es un movimiento prácticamente ajeno a las cuentas de las empresas del entorno. «Nuestros datos dicen justo lo contrario. Por el puerto se exporta el 87 % de lo que se produce en Galicia, muy especialmente en la provincia de Pontevedra, y se importa el 60 %. Estamos hablando de una interconexión decisiva y, por tanto, se impone dar respuesta a sus necesidades», señala.
La comunidad portuaria tendrá de plazo hasta septiembre para realizar sus aportaciones al plan estratégico, que será la base para la posterior elaboración del plan director de infraestructuras, en el que también están ya trabajando. Si algo tiene claro López Veiga es que llevará estudios de impacto medioambiental. «No queremos aventuras. Es cierto que retrasa un poco todo, pero sería una tontería no hacerlo porque luego se evitan sorpresas».
Sin mencionarlo, el presidente de la Autoridad Portuaria, hacía referencia a la sentencia de la Audiencia Nacional del pasado enero que anulaba el Plan de Delimitación de Espacios y Usos aprobado en mayo del 2015 por carecer de declaración de impacto pese a tener competencia en zonas especialmente protegidas, como las islas Cíes.
Acuerdos con los cinco municipios de la ría para aprobar el plan de usos en el 2019
El plan de usos del puerto, esto es, los proyectos que lleva aparejados el plan estratégico en términos urbanísticos, será el último paso de una tramitación que semeja interminable. Enrique López Veiga recuerda de los planes anteriores -tras tumbar la Audiencia Nacional el último, aún sigue vigente el del 92- no pasaban de A Guía, pero en este se incluye toda la ría. El objetivo es que la escasez de espacio para habilitar infraestructuras no sea un problema a corto y medio plazo.
Eso supone llegar a acuerdos con los ayuntamientos de los cinco municipios: Vigo, Cangas, Moaña, Redondela y Vilaboa. «Hemos empezado a hablar con todos porque hay cosas que ya sabemos que hay que modificar», dice López Veiga, que añade que «siendo mínimamente optimstas» el nuevo plan de usos podrá estar operativo a finales del 2019.