«La solidaridad de los vigueses da de beber a unos 150.000 cameruneses»

María Jesús Fuente Decimavilla
maría jesús fuente VIGO / LA VOZ

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La oenegé Pozos de Agua Mayo Rey logró construir 29 pozos de agua y vuelve para encargarse del mantenimiento

19 may 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

La iniciativa comenzó hace ocho años y en ese tiempo ha logrado mejorar la calidad de vida de cientos de familias de Camerún. Se trata de la oenegé Pozos de Agua Mayo Rey, nombre que adoptó de un departamento de la región norte de ese país. Carlos Prado es su vicepresidente.

-¿Cómo surgió la oenegé?

-Comenzó cuando Ventura Pérez Mariño estaba en Burgos como juez, donde conoció al pediatra Emilio Sastre, creador de la Fundación Hospital Mayo Rey, de la que Ventura es patrono. Al tomar contacto con la realidad, en febrero del 2010, volvió con la satisfacción de involucrarse en el proyecto, pero fue consciente de la necesidad de agua que había en la zona. Habló conmigo de manera informal, me contó la historia, me lio, en el mejor sentido de la palabra, y constituimos la oenegé. Tuvimos el apoyo moral de una decena de personas, entre ellas Juan Güell, Carlos Núñez, Moncho Villamarín...

-¿Cuándo empezaron a construir los pozos de agua?

-Primero contactamos con la cátedra de Ingeniería del Agua de la Universidad de A Coruña y en mayo del 2010 organizamos una expedición con dos ingenieras voluntarias para hacer catas en el terreno. Fueron favorables y además, el agua se podía utilizar para el consumo humano. Empezamos a rodearnos de más gente experta en pozos de barrena y compramos una perforadora.

-¿No encontraron obstáculos?

-Sí. El primero era cómo subir el agua sin energía eléctrica al ser un lujo el combustible. En la Universidad de Vigo nos dijeron que, habiendo sol, con una bomba eléctrica y paneles solares sería posible. Nos diseñaron una especie de cilindros con depósitos de 500 litros para almacenarla y poder utilizarla por la noche.

-¿Y cuánto costó todo eso?

-Casi medio millón de euros. Llevamos a un pocero profesional, hicimos números para 20 pozos y pactamos con el lamido Aboubakary Abdoulaye, que estaba al frente de la organización administrativa, para que nos dijera los lugares más próximos a las escuelas. Hasta entonces los niños iban a buscar el agua a los agujeros y si situábamos los pozos cerca perderían menos tiempo para poder estar en la escuela.

-¿Cuántos hicieron?

-Del 2011 al 2014 íbamos una vez al año. El primero se hizo el 3 de enero del 2012 y hasta el 2015 iban 29. Todos llevan el nombre de Vigo seguido del de una mujer. Por ejemplo, Vigo 1 Elvira. En homenaje a las mujeres que cargan con el agua.

-¿Y en la actualidad?

-Entre junio del 2015 y junio del 2017 dejamos de ir por problemas de seguridad. Y cual no sería mi sorpresa cuando en el 2017 fui a ver qué había sido de aquello y me encontré con que tenían 39. Habían hecho diez más por su cuenta. Como se suele decir, les enseñamos a pescar y pescan. Habíamos traído a dos muchachos de allí para aprender y cada vez que iba Víctor, el pocero, eran sus ayudantes en Camerún.

-¿De dónde sale el dinero?

-De la sociedad. Nosotros no hemos dado ni un solo euro, solo nos pagamos el viaje y nuestros gastos. Lo gestionamos. Si fuésemos una empresa, cada pozo costaría unos 4.500 euros. Ahora ya no porque hay maquinaria. La solidaridad de los vigueses da de beber a unos 150.000 cameruneses. Hemos organizado actos de todo tipo para recabar ayudas: un libro, una cena, un outlet solidario, un concierto de David Russell, verbenas en San Roque... Para el domingo 27 está programado el musical Godspell que ofrece el aula de teatro Albatros. Será a las 18.00 horas en el auditorio de Afundación. Las entradas se pueden obtener desde 7 euros.

-¿Cuándo volverá?

-El 1 de junio. Ahora necesitan recambios, tuberías y piezas para mantenimiento y tenemos que ayudarles. La navieras nos cobran precios simbólicos por enviarlo. 7a iniciativa ha servido también para que el Banco Central Africano esté contemplando subvenciones para desarrollar allí este tipo de proyectos.