El Dinoseto cumple tres años ganándole la partida al Sireno

manu otero VIGO / LA VOZ

VIGO CIUDAD

M.MORALEJO

El arbusto de la Porta do Sol ya es el icono turístico de Vigo

16 mar 2023 . Actualizado a las 14:59 h.

Solo tiene tres años, pero gana por goleada de selfies al resto de monumentos de la ciudad. El Dinoseto celebra hoy su tercer aniversario convertido en el gran icono turístico de Vigo. «Es un punto de encuentro, la gente ya no queda en el Sireno, queda delante del Dinoseto», asegura Lena Cunningham, dependienta de una frecuentada pastelería de la Porta do Sol. Lo de Vigo y su arbusto jurásico fue un flechazo. No solo los niños cayeron rendidos al encanto del boj, adultos y turistas desenfundan a diario sus móviles para retratarse ante la singular planta. «Lo vimos por Internet, estamos de visita por la zona y vinimos a verlo y a hacernos una foto», relata un grupo de turistas madrileños que reconocen no haber visto en ningún sitio algo similar.

Pero los que realmente disfrutan de la presencia del Dinoseto son los más pequeños de la casa. «Siempre quiere venir a merendar aquí, le encanta verlo», declara Verónica García, la cuidadora de Hugo que corre alegre alrededor del seto mientras mastica un trozo de bocadillo. En los colegios, el Dinoseto también es la estrella. Los alumnos no dudan en preguntarle al alcalde, Abel Caballero, por los orígenes del arbustosaurio cuando acude a las escuelas de visita.

El nivel de popularidad del seto es tan alto que hasta se venden dulces con su forma. «Las galletas se venden muchísimo, sobre todo para los niños», puntualiza Cunningham, testigo del incesante tránsito diario de personas por delante de la estructura. De hecho, en tres años arrebató todo el protagonismo a otro peculiar monumento del entorno, el Sireno. «El Dinoseto es el principal atractivo de la zona, los turistas vienen preguntando por él», destacan Álex Iglesias y Mara Santomé, trabajadores de una heladería de la Porta do Sol.

Pero el Dinoseto no siempre estuvo en el kilómetro cero de Vigo. Llegó a la ciudad tal día como hoy en el 2015 en plena campaña electoral y a solo cinco días de los comicios. Apareció por primera vez en una rotonda de la calle Rosalía de Castro pero desapareció en cuestión de minutos. Aunque fueron suficientes para ser captado por las cámaras y convertirse en carne de chiste en las redes sociales. Las críticas eran feroces. Nadie se imaginaba entonces que ese topiario -estructura vegetal con forma de animal- iba a convertirse en una de las imágenes más representativas de la ciudad. «Alguien se equivocó», dijo Caballero tras la fugaz aparición del saurio. Días después construyó su hogar en la Porta do Sol.

Por el momento en el que el boj irrumpió en la ciudad, la polémica estaba asegurada. Con las urnas ya preparadas, el PP vigués cuestionó el gasto del gobierno en la adquisición del seto. «En un país extranjero y a un precio altísimo», criticaron los populares. Con mayor sutileza y retranca cargaron los de Marea de Vigo. «É unha política do xurásico», definieron.

Dinosetolandia

Ni las críticas, ni el temido papabuxos -insecto que se come las hojas del boj dejándolo calvo- fueron capaces de espantarlo porque, como repite el regidor en múltiples apariciones, «al Dinoseto le gusta Vigo». Le gusta tanto, que en menos de un año formó una familia. Bajo el seto apareció un misterioso huevo que volvió a sacudir a la ciudadanía, que ya se había acostumbrado a la presencia del Rex. Un año después nació su cría. El Dinosetito fue recibido con honores en una ceremonia de Estado que poco tendría que envidiar a la boda de Harry y Meghan, que han escogido para casarse el mismo día que el Dinoseto celebra su cumple.

«¡Es guapo eh!», exclamó Caballero, que se encargó de traer al mundo al pequeño arbusto. Entusiasmado por el nacimiento y en un alarde de bilingüismo, el socialista anticipó el éxito de los dinosetos. «We are going to make around trip with the small dinosetito», vaticinó en un inglés particular.

Mientras el boj de la Porta do Sol incubaba su huevo, en Navia aparecía un nuevo seto con forma de Triceratops que pronto se bautizó como Rinoseto. Y Caballero anunció una ola de arbustos salidos del Cretácico que nunca llegaron. «Esto va a ser Dinosetolandia», llegó a decir.

Nadie sabe por qué un dinosaurio pero a nivel turístico no hay discusión. «Fue un acierto», concluyen en la Porta do Sol.

El dinosetito sigue sin nombre a pesar del concurso realizado para dar ideas

En la inauguración del topiario del Dinosetito, el alcalde de la ciudad, Abel Caballero, animó a los vecinos a aportar ideas para dar nombre al pequeño arbusto. El regidor prometió habilitar canales en la página web del Concello para hacer partícipes a todos los vigueses de la elección del apelativo con el que designar al recién nacido. Sin embargo, transcurrieron semanas, meses y años sin que nadie en el Concello volviese a hablar sobre este asunto, por lo que dinosetito sigue hoy sin nombre. El cumpleaños de su mamá puede ser una buena fecha para retomar el concurso.