Los últimos mohicanos del motociclismo gallego

VIGO CIUDAD

16 may 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Cuando el Mundial de trial dispute su primera prueba en Camprodon, Galicia estará bien representada. El trial tiene su cuna precisamente en Cataluña donde están implantadas industrialmente todas las marcas que construyen motos para esta disciplina. Por eso digo que Galicia, después de Cataluña, es la que mejor representación tiene con Jorge Casales, Gabriel Marcelli y Martín Riobó. Una generación irrepetible. El primero, vigués de Castrelos, con ganas de reencontrar las sensaciones que desde hace un par de temporadas no siente sobre la moto y que ahora, sobre una Vértigo, ha recuperado para recordar porqué fue el más precoz campeón del Mundo júnior de la historia. El rosaleiro Marcelli, para remachar su brillante trayectoria con su primer título Mundial en categoría Trial 2, un título que el año pasado acarició y que se le escapó por poco. Y el más joven, el piloto de O Morrazo Martín Riobó para demostrar que no hay dos sin tres y que quiere seguir los pasos de los otros dos.

Es un milagro tener a tres pilotos gallegos en la élite mundial, porque además son los últimos de una generación que se extingue.

Ellos son los últimos mohicanos que camparán por las praderas del motociclismo gallego y tras ellos se extinguirá la raza. Porque ya casi no quedan competiciones, porque apenas se cuida a la cantera, porque la afición se ha ido de las carreras, porque ya no mola ser piloto. O tal vez porque ya no está Ángel Nieto, aquel que nos inoculó el virus del motociclismo a todo el país y que era como el padre espiritual de todos los que aman la moto. Ojalá que los últimos mohicanos gallegos ganen alguna batalla. Será la última esperanza.