Lo que el Primero de Mayo ha unido

Manoli Sío Dopeso
m. sío dopeso VIGO / LA VOZ

VIGO CIUDAD

M.MORALEJO

Tres manifestaciones, miles de personas y tres consignas comunes: sueldos, pensiones e igualdad

02 may 2018 . Actualizado a las 13:28 h.

Cuando toca salir a la calle, Vigo es una apuesta segura. Por eso todas las centrales sindicales eligen la ciudad para centralizar la celebración gallega del Primero de Mayo. Ayer volvió a ocurrir. El corazón urbano volvió a llenarse de banderas, megáfonos estridentes, consignas y mucha, mucha gente que, de forma ordenada, con la ruta bien aprendida de décadas de experiencia en movilizaciones, escenificaron una fiesta del trabajo cargada de contenido social.

El tiempo acompañó. La mañana arrancó fresca en la plaza de Fernando el Católico, con las pancartas de los sindicatos minoritarios CUT y CGT. «Pan, traballo e dignidade», clamó Carla Leiras, portavoz del colectivo social Os Ninguéns, antes los centenares de convocados en la llegada de la marcha a Porta do Sol.

A media hora de distancia venían detrás miles de manifestantes que acudieron a la llamada de CC. OO. y UGT cargados de reivindicaciones y colorido para hacerlas más visibles. Trabajadores de la sanidad pública y de la justicia; jubilados de los recién llegados al sistema de pensiones y de los veteranos; mujeres y hombres reivindicando igualdad.

Ante la delegación de la Xunta, con el sol del mediodía ya haciendo sobrar las chaquetas, los líderes sindicales lanzaron sus mensajes subidos a la planta alta de un autobús de dos pisos pintado de rojo engalanado de tal modo que pareciera que los ocupantes estuvieran celebrando la victoria en la Champions ante una afición entregada.

Cara al sol, puño en alto

Para cuando la CIG llegó con su multitudinaria manifestación al final de su recorrido ante la escultura del Sireno, el termómetro de la farmacia de Borrajo marcaba 17,5 grados. En la terraza del Don Gregorio los domingueros ponían la cara al sol, mientras los congregados por el sindicato nacionalista, puño en alto, entonaban solemnes el himno gallego, después de anunciar la convocatoria de una huelga general en Galicia para el día 19 de junio, con el Dinoseto por testigo.

Ya de vuelta para casa, Urzaiz arriba, pancartas y banderas que iniciaron la jornada por separado, caminaban juntas, compartían risas e incluso compartían barra de bar, para saciar la sed y calmar las gargantas cansadas de tanto gritar para reivindicar lo mismo: sueldos y pensiones dignas, e igualdad entre hombres y mujeres.