«El dinero fácil lo ganan los proxenetas»

Begoña Rodríguez Sotelino
begoña r. sotelino VIGO / LA VOZ

VIGO CIUDAD

Xoán Carlos Gil

Carmen Lago, responsable de la oenegé Faraxa, que lucha contra la prostitución, recibe hoy el premio a la viguesa del año que concede la asociación Mulleres en Igualdade

27 abr 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

De Carmen Lago no se puede decir que no sabe de lo que habla. La viguesa dirige la asociación Faraxa por la abolición de la prostitución, actividad que ella ejerció hace casi 30 años. Logró salir de ese mundo y su labor en la oenegé nacida en Vigo en el 2009 es combatir y denunciar las causas y consecuencias que ocasiona el ejercicio de la prostitución, la trata y el tráfico de personas con fines de explotación sexual. Esa tarea acaba de ser reconocida por la Asociación Mulleres en Igualdade de Vigo y hoy le entregan la camelia de plata como viguesa del año. El colectivo Faraxa tiene dos medallas Castelao como parte de la Rede Galega Contra a Trata y el premio de la Fundación Esplai a la ciudadanía comprometida.

-Pero quizás el mejor premio es que se levante un día y la prostitución no exista, que solo haya sido un mal sueño, o que se prohíba de una forma efectiva.

-El mejor premio es trabajar para que las mujeres tengan más opciones si este es su deseo, y que tengan otras alternativas y para que sean como sean, se respeten sus derechos.

-¿Cuál es su labor fundamental en Faraxa? ¿Intenta convencer a las mujeres de que lo dejen o importa más que al menos estén bien tratadas, cuidadas y protegidas?

-Ninguna de esas cosas. Mi intervención no es para convencerlas ni cambiarlas, es darles a conocer las pocas alternativas que tienen y sus derechos. En resumen, realizar el acompañamiento que ellas precisen y demanden y darles recursos para que se desarrollen.

-La cineasta viguesa Noemí Chantada hizo un documental que grabó durante más de un año conviviendo con prostitutas en un piso en Vigo. Le sorprendió la cantidad de clientes que hay, que muchos sean tan jóvenes y que haya demanda a cualquier hora del día. ¿Coincide en esa percepción?

-Es una realidad, nada de percepción. Hay datos contrastados de todo eso.

-Los premios están bien pero además se necesita ayuda económica para mantener programas. ¿Qué administraciones deberían estar apoyando y no están?

-Presentamos varios proyectos a distintas subvenciones de la Administración local (Concello y Diputación), autonómica (Consellería de Sanidade y Consellería de Economía, Vicepresidencia y Secretaría Xeral de Igualdade) y estatal (Ministerio de Sanidad) y a nivel de la UE. Es evidente que nunca está suficientemente dotada la cobertura para asuntos sociales.

-¿El hecho de que usted haya ejercido la prostitución le facilita la tarea o le ha perjudicado porque es algo que alguna gente prefiere no ver?

-La gente sigue siendo muy hipócrita en esta sociedad y ese tipo de etiquetas solo son negativas para los que no tienen ni dinero ni poder ni posición social.

-¿Se nota si ha servido de algo ya el cambio que se empieza a dar con respecto a las mujeres y su consideración social?

-No, no se aprecia en el ámbito en que yo desarrollo mi trabajo. Estamos, en todo caso, en claro retroceso de la situaciones que condicionan el desarrollo de las mujeres en nuestra sociedad. De todas las crisis económicas salen siempre más perjudicadas las que ya estaban en peor situación.

-¿Qué le dice a una chica que está pensando entrar en el mundo de la prostitución porque piensa que va a ganar dinero fácil?

-Trato de explicarle que no existe eso del «dinero fácil». El dinero fácil lo ganan los proxenetas.

-En Faraxa también atienden a mujeres que no ejercen. En ese caso, ¿a qué van?

-También recibimos a mujeres inmigrantes que no están en la prostitución y las ayudamos en temas de atención social, ropero y búsqueda de empleo. Y esto a pesar de que no tenemos ningún proyecto retribuido para este colectivo.

Fija. En su sede (Ronda de don Bosco, 18) ofrecen orientación sanitaria, social, jurídica y laboral, además de atención psicológica.

 Móvil. Faraxa tiene una unidad móvil para acercarse a ámbitos donde se ejerce prostitución: barrios chinos, pisos de contactos, clubes de alterne y calles en Galicia, Castilla y León y Asturias.