Faltan aceras en calles como la del Párroco Don Serafín, hay una escombrera, nidos de ratas y un manantial está sin canalizar
25 abr 2018 . Actualizado a las 05:00 h.Los obreros municipales cavan una zanja en el estrecho Camiño da Ferreira. El agua brota del subsuelo de una finca y, en lugar de canalizarse en exclusiva hacia la fuente del mismo nombre, invade la calzada. «Estamos haciendo la obra para evitar que se formen ríos sobre el pavimento», comenta el encargado de la empresa Covsa, que trabaja con los operarios municipales. Unos metros más abajo se encuentra una arqueta en obras que está tapada con escombros. Tuvieron que rellenarla los propios vecinos para que los peatones no cayesen dentro del socavón. «Empezaron la obra hace dos meses y la dejaron a medias porque decían que tenían que marcharse a otro sitio. Espero que la terminen ahora», indica Enrique Ordóñez y corrobora Enrique Rodríguez, vecinos de la calle Párroco Don Serafín. El sumidero de aguas pluviales se encuentra en un lugar donde no existen aceras porque en su día no se colocaron en toda la calle. Las que hay están construidas con hormigón.
En la calle y en las del entorno también faltan zonas delimitadas exclusivas para el transito de peatones. Los niños que van al colegio San Salvador corren el riesgo de ser atropellados, dice Benedicta Cerqueira, una vecina que tiene a su cargo a dos niñas de 6 y 8 años.
Pero no solo los menores sufren esta situación, sino también los mayores. Juan Otero acude con frecuencia a trabajar en su finca situada en la parte alta del Camiño da Ferreira. El estrecho vial es de doble sentido. «Vengo con mi nieto y los coches suben a toda velocidad. Hace tiempo un coche atropelló a un señor y casi me cepilla a mí», rememora Otero.
Abandono
Antonio Rodríguez Tizón, otro residente, dice que la zona está «muy abandonada». A pocos metros de su casa se puede observar en la vaguada un vertedero ilegal junto al contenedor. Algunas personas depositan allí enseres y trastos viejos y sacos de cascotes. Rodríguez señala que tendrían que limpiar esa escombrera que está en un lugar donde el agua su acumula en las riadas.
La vía del tren sin uso separa esta zona de Teis de la avenida de Galicia. Antonio Rodríguez asegura que el antiguo camino de hierro se ha convertido en un criadero de ratas y urge a su limpieza. «Han dicho que iban a hacer una vía verde pero a ver cuándo la llevan a cabo porque esto está lleno de ratas y culebras», apostilla Benedicta, que al igual que otros residentes reclama un paso sobre las vías para atajar hacia la avenida de Galicia y el colegio San Salvador.