Cambio de rectores en las universidades de Santiago y Vigo

VIGO CIUDAD

Sandra Alonso / Xoán A. Soler

Antonio López logra el 62 % de los votos en la USC y sucede a Viaño. Manuel Reigosa supera a Fernández y dirigirá la UVigo

24 abr 2018 . Actualizado a las 08:55 h.

Relevo al frente de dos de las tres universidades gallegas. La jornada electoral en la USC y en la UVigo se saldó con una clara apuesta por el cambio: sendas derrotas de los hasta ahora rectores y victorias de los candidatos opositores. 

Antonio López será el próximo rector de la Universidade de Santiago tras una contundente victoria en las urnas que da por finiquitados los cuatro años del mandato de Juan Viaño, quien en las pasadas elecciones se había impuesto ante el mismo contrincante por un puñado de votos. Esta vez no fue así: con la excepción de la primera mesa escrutada, que le daba la victoria al rector saliente, el recuento de las demás dejó bien claro que la USC cambiaba de rumbo. A López, que ofrecía «ilusión» frente a los años de recortes de Viaño, le apoyaron tanto los catedráticos como los profesores, los alumnos y el personal de administración y servicios.

El catedrático de Dereito Financeiro obtuvo 3.474 votos frente a los 1.746 que consiguió el catedrático de Matemáticas. Ya con los votos ponderados, el porcentaje de apoyo que obtuvo Antonio López fue de un 62,6 % frente al 37,4 % de Juan Viaño. Fue, además, en una jornada electoral en la que la participación subió con creces con respecto a la de hace cuatro años; entonces ejercieron su derecho al voto el 14,4 % de los llamados a las urnas, y esta vez votó en torno al 21 % del censo electoral.

Pachi Reigosa será el sexto rector de la Universidade de Vigo tras vencer ayer su candidatura, Horizonte 2040, a Ideas que Suman, encabezada por Emilio Fernández. Sus propuestas concretas y más radicales, como la reducción de horas docentes, la recuperación del poder adquisitivo del personal de administración y servicios y la igualdad de oportunidades para el alumnado parecen haber calado más entre la comunidad universitaria, aunque no de la misma forma en todos los ámbitos.

La mayor participación se registró entre el personal docente e investigador con vinculación permanente, que superó el 75 %, mientras que el resto del personal docente e investigador y el de administración y servicios rebasaron el 50 %. Como siempre, fue el colectivo de estudiantes el menos participativo, pues pasó por las urnas poco más del 14 %. Ellos mismos reconocían que muchos no sabían ni que podían votar.

XOAN CARLOS GIL

 Otra de las bazas que pudo jugar a favor de Reigosa es el tipo de campaña. A las reuniones puerta a puerta por todas las facultades y escuelas de los tres campus, sumó una gran actividad en las redes sociales. De hecho, fue el último día, a punto de cerrarse la campaña, cuando concretó más detalles destinados al personal de administración y servicios que terminaron por convencerlo, según reconocieron los representantes de este sector. En algunos centros fue un robot el que pidió su voto, que también se solicitó en vallas publicitarias colocadas en los accesos a la universidad y en autobuses urbanos.