El dueño acudía a diario a alimentarlos en el asiento trasero
14 abr 2018 . Actualizado a las 05:00 h.La alerta que dio una viandante ayudó a la Policía Local de Vigo localizar a una camada de cuatro gatos y su madre encerrados en el asiento trasero de un coche estacionado detrás del edificio de Hacienda. Los agentes contactaron inmediatamente con el dueño del vehículo, con el que se entrevistaron para aclarar la situación en la que se encontraban las mascotas.
Los mininos estaban junto a la madre sobre el asiento trasero del turismo aparcado. El propietario tomó la precaución de proteger la tapicería con cartones, que presentaban un aspecto limpio. En el mediodía de ayer, parte de los gatos recién nacidos dormitaba junto a la madre, que luego despertó y miró por la ventanilla a los curiosos que se acercaban a ver lo que ocurría en el coche.
Una usuaria del edificio cercano de los tribunales se percató a lo largo de varios días de que un conductor se acercaba a un utilitario aparcado en un lateral de Hacienda, abría la puerta y hacía movimientos extraños, y luego se marchaba. Todo apunta a que acudía al lugar a hacer algo cuando menos sospechoso.
Pasados los días, parte del misterio se resolvió. En el coche había una gata con sus crías y todo apuntaba a que no estaban abandonados porque el dueño que acudía a diario al lugar iba a limpiar los cartones y alimentar a los felinos.
La testigo decidió poner en conocimiento de las autoridades esta situación para esclarecer si las condiciones en las que estaban las mascotas eran correctas. Cualquiera que pasase por el lugar podía ver que los gatos llevaban varios días encerrados en el vehículo y eso quizás podía constituir un maltrato a animales o un abandono.
Los agentes inspeccionaron el vehículo, comprobaron la existencia de las mascotas y localizaron por teléfono al propietario. Este accedió a que una patrulla acudiese a su vivienda a comprobar papeles y esclarecer lo sucedido. También alertaron a la Unidad Medioambiental de Intervención Rural (Umir) para que acudiese a retirar a los felinos y les buscase un alojamiento más adecuado si comprobaban que había un posible maltrato.
El hallazgo de los gatos despertó expectación entre los viandantes del aparcamiento de superficie de los juzgados. A través de la ventanilla podían ver cómo la familia gatuna dormitaba acurrucada sobre los cartones.
El caso quedó bajo investigación hasta esclarecer los hechos.
Últimos rescates
La Umir liberó hace unos días a un perro de tres patas llamado Ron que pasó tres años encerrado en un piso tras desaparecer. Sus continuos lloros y lamentos alarmaron a los vecinos, que avisaron a la Policía Local. Resultó que el can reconoció inmediatamente a su antiguo dueño cuando lo llamó por su nombre. Los agentes también rescataron a un perro de presa encerrado en un balcón con excrementos.