«Tiene dentro esa cosa de posar»

FLOR ROBLEDA VIGO / LA VOZ

VIGO CIUDAD

Xoán Carlos Gil

Héctor improvisa ante de la cámara de su madre, que busca visibilizar el autismo

04 abr 2018 . Actualizado a las 18:27 h.

No es una exposición sobre el autismo. Es una muestra sobre la riqueza y la diversidad que aporta Héctor a su familia, a su entorno, a la sociedad. «Objetivo visibilizando el autismo IV», que se puede ver en la Casa das Mulleres de Vigo hasta el 20 de abril, reúne una selección de fotografías tomadas por Paula Verde a su hijo Héctor de 7 años, que con 18 meses fue diagnosticado de autismo. La exposición va creciendo y evolucionando al mismo ritmo que madre e hijo, cómplices de una sesión de fotos de casi toda una vida y que en esta cuarta edición ya incluye a sus hermanos Lucas (cinco años) y Martín (nueve años y diagnosticado de Asperger), y a su padre. Héctor posa con naturalidad y contribuye a resquebrajar ideas preconcebidas y erróneas sobre este trastorno.

-Un buen día coge la cámara y empieza a captar a su hijo en situaciones cotidianas. Y con mucho trabajo y la implicación de mucha gente el álbum familiar acaba siendo un proyecto fotográfico, ¿para reivindicar o para normalizar?

-Para mí lo más importante es visibilizar, como objetivo genérico. Día a día me doy cuenta de que en nuestro entorno la convivencia es muy normal. Sus hermanos nunca me preguntan si Héctor tiene autismo, y a la gente que tiene personas con diversidad funcional en la familia les resulta llamativo en positivo. Yo entiendo que la convivencia plena radica en la diversidad. Tenemos que comprender que hay personas que funcionan diferente, pero sin ponerles etiquetas. Hay que evitar que las etiquetas tapen a la persona, que tiene todos sus derechos. Héctor, por ejemplo, va a un colegio ordinario. Tengo claro que les quiero dar a todos mis hijos las mismas oportunidades.

-¿Pero mostrar a Héctor jugar con sus hermanos y experimentar emociones ayuda a normalizar el autismo?

-Con mis fotos quiero romper mitos pero desde la normalidad y la persona, una persona que no es menos por tener autismo. No eres tú más completo por no tener autismo ni una persona con autismo es menos completa que tú. Pero si convives con una persona con autismo completará tus carencias. Es lo que vivimos con Héctor. Hay cosas que nos aporta en las que no reparamos.

-En estos años fotografiando a Héctor él ha ido madurando y usted se ha ido formando más en este campo. ¿Como ha sido su progresión conjunta?

-Es cierto que mi evolución fotográfica va a la par de la de Héctor. Decidí formarme profesionalmente y en la medida en la que voy aprendiendo voy cambiando el discurso fotográfico. Al principio eran imágenes sueltas con textos, el año pasado había trípticos asociados a definiciones poéticas, y este año ya hay muchas fotos con un discurso propio que no necesitan apoyo de texto. Eso es porque mis fotografías van cogiendo más personalidad y van necesitando menos palabras.

-¿Que se debe saber (y se desconoce) sobre el autismo?

-Principalmente, y yo lo cuento desde mi experiencia, hay tantos autismos como personas. Todas las generalizaciones no nos hacen ningún favor aunque tengan características comunes, porque lo que funciona para unos no funciona para otros. Lo fundamental es conocer al niño, y sus intereses son nuestra mayor herramienta para trabajar con ellos.

-¿Como es la conexión que tienen cuando Héctor la ve con la cámara en la mano?

-Él se da cuenta. Le gustan mucho las fotos, tiene dentro esa cosa de posar pero como todos, tiene que tener el momento. A veces preparo una habitación con flash, con telas, les digo a los hermanos que se pongan y a él no le apetece. Otras veces es él el que coge la cámara y hace fotos. Hay esa conexión, existe un interés común incluso a la hora de ver las fotos. Sabe leer y escribir, y lo hace mucho mejor en el ordenador o en la tablet. Es una máquina con las tecnologías. Entra y se pone a ver las fotos. Pero cuando no le apetece es imposible. Él es el que manda. Nunca le gustó disfrazarse, solo quiere vestirse con una determinada ropa, pero estos Carnavales se puso un traje de tiburón de cuando era más pequeño, lo llevé con sus hermanos a jugar y dijo «foto, foto», se veía que le hacía gracia. Aproveché y le saqué algunas fotografías como pude.