La liberación arqueológica de Rosalía de Castro II permite construir 500 pisos

Jorge Lamas Dono
jorge lamas VIGO / LA VOZ

VIGO CIUDAD

M.MORALEJO

De los seis solares que componen la unidad urbanística, ya se ha comenzado a edificar en tres de ellos y otros dos podrán hacerlo en las próximas semanas

30 mar 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

La unidad urbanística Rosalía de Castro II ha comenzado a desarrollarse tras permanecer inactiva durante dieciocho años debido a las intervenciones arqueológicos ordenadas por la Dirección Xeral de Patrimonio de la Xunta de Galicia. En estos momentos, los propietarios de tres solares ya han comenzado a levantar sus respectivos edificios, mientras que en otros dos terrenos se está a la espera de la liberación definitiva que está a punto de ordenar el organismo autonómico.

La mencionada unidad completará de esta forma la urbanización de toda la calle de Rosalía de Castro, que fue abierta hacia la calle de García Barbón en el año 2011. Antes, ya en el año 2002, la Gerencia de Urbanismo del Concello de Vigo preveía la construcción en este punto de la ciudad de setecientas nuevas viviendas, aunque las estimaciones fueron variando a lo largo del tiempo.

Tras el derribo de las antiguas construcciones que cerraban la calle, comenzaron los trabajos arqueológicos previos a la construcción. Los promotores de las obras, constituidos en una junta de compensación, comenzaron a ver con preocupación la riqueza patrimonial que surgía de aquellos terrenos. Los trabajos arqueológicos estaban ofreciendo importantes resultados, que enriquecieron los conocimientos del pasado en esta zona, pero que también paralizaron los proyectos urbanísticos.

La paralización de las obras provocó que el Concello de Vigo, en el año 2009, empezase a anular las licencias de construcción concedidas en estos solares debido a que habían alcanzado sus períodos de caducidad. Un año más tarde, el gobierno de la ciudad decidió vender alguna parcela en esta zona para afrontar otros proyectos.

En la actualidad, las obras han comenzado en tres solares. En el número seis, que tiene entrada por la calle del Areal, está levantando un edificio Promociones Manuel Vázquez S.L.U. Ya con entrada a la calle Rosalía de Castro, en los solares 2 y 3, también opera la Sareb S.A. y Promociones Manuel Vázquez S.L.U.

Una vez concluidas las prospecciones arqueológicas en los dos solares de la calle Miragaia, posiblemente la Dirección Xeral de Patrimonio también libere estos espacios de la cautela arqueológica. Entonces, la inmobiliaria compostelana Unión Hotelera Gallega S.A. podrá llevar adelante sus proyectos para estos dos espacios.

Tan solo quedarán en ese momento otros dos solares, los nominados como 1A y 1B, sobre los que todavía están sin hacer los trabajos arqueológicos previos a toda construcción en el área de cautela del centro de la ciudad.

En total, serán cerca de 500 las nuevas viviendas que se alzarán en el extremo más oriental de la calle dedicada a Rosalía de Castro, completando una urbanización que comenzó tímidamente en la primera mitad del siglo pasado.

Grandes hallazgos

Si para los promotores esta unidad urbanística supuso un grave perjuicio económico, la ciencia se vio beneficiada desde varios puntos de vista. Aunque la aparición de la salina romana de evaporación que cubrió todo el Areal hace casi dos mil años fue la aportación más evidente, en los solares prospectados por los arqueólogos se enriquecieron los conocimientos del pasado de la ciudad y, con la colaboración de la Universidad de Vigo, se conocieron datos sobre los cambios climáticos en la antigüedad en el municipio.

En uno de los solares se obtuvieron importantes datos sobre las oscilaciones en la línea de costa. En este sentido, la estratigrafía del solar permitió comprobar las consecuencias de la transgresión marina denominada Durkerkiense, al tiempo que permitió evidenciar el retroceso del mar y un avance de la línea de costa entre el siglo I y el III.

El proceso de sedimentación producido a lo largo de los siglos permitió que la sal conservara unas sandalias y diversos restos de frutos, así como materiales realizados en madera. Los arqueólogos pudieron encontrar tres sandalias de cuero, alguna de ellas dotada de suelas claveteadas, y otras cosidas. Este tipo de calzado está datado en torno al siglo III. También importante para el estudio de la botánica histórica fue el hallazgo de castañas, nueces, pepitas de melocotón y otras de un fruto sin identificar.

Asimismo, se localizaron en este emplazamiento diversos objetos relacionados con la construcción naval, como una gran punta de madera, lastres y flotadores de red. El material encontrado se completa con una serie de palos y una enigmática cruz de oro totalmente descontextualizada, que pudo ser vista en la exposición Emporium.

Estos y otros descubrimientos aportaron nuevos datos sobre el que podría ser el primer puerto de Vigo, un fondeadero que coincidiría ante la playa del Areal. En este contexto, se encontró cerámicas de los siglos III-V, y una pieza que podría ser un ancla. Se trata de una piedra agujereada, que contiene un epígrafe de tres letras. Junto a estos restos también aparecieron tumbas y construcciones que cronológicamente recorren el tramo que va desde el siglo I al VI.

La liberación de estos solares donde se construyen los nuevos edificios supuso la desaparición de los restos de la salina romana, hecho explicado desde la Administración por la existencia de la Salinae, espacio expositivo donde se conserva la salina.