Santiago iguala ahora a Vigo en ayudas a las compañías aéreas

c.p / r.m. VIGO, SANTIAGO / LA VOZ

VIGO CIUDAD

M.MORALEJO

Noriega destina 1,7 millones al año a fomentar rutas y Xulio Ferreiro, 1,5 millones

22 mar 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

El Ayuntamiento de Santiago apoyará a las compañías aéreas que vuelan al aeropuerto de su ciudad con el mismo importe al año que reciben dos de las aerolíneas que operan en Peinador. El Gobierno compostelano ha decidido subir hasta 1,7 millones anuales el importe de sus apuestas de promoción turística de la ciudad, con campañas de márketing en aquellos mercados que tienen conexión aérea con Lavacolla.

Concello de Vigo y Diputación gastan prácticamente la misma cantidad por ejercicio (1.712.000 euros) con los convenios que mantiene el consistorio con Ryanair (4,4 millones de euros) y el organismo provincial con Air Nostrum (736.000 euros), ambos adjudicados mediante concurso público.

Si Abel Caballero señalaba hace unos días que la fórmula del apoyo directo a las compañías estaba dando resultado, al decidir Air Nostrum abrir este verano las rutas de Menorca y Gran Canaria sin ayudas, la misma reflexión fue esgrimida ayer por la responsable de Turismo del ejecutivo local compostelano, Marta Lois. El objetivo es «visibilizar» la ciudad en aquellos mercados que tienen conexión aérea con Compostela, una estrategia que «tan bos froitos leva dando os últimos tres anos», defiende la edil. Los resultados son «máis que evidentes»: 2.644.925 pasajeros en Lavacolla en el 2017, récord de la terminal.

El Concello santiagués canalizará sus acciones de apoyo a las rutas abiertas en el aeropuerto de la capital de Galicia a través de la empresa municipal Incolsa, que dispondrá de una partida de 1,5 millones y de otra de 247.500 euros para acciones de información y promoción. En total, un 19 % más que el año pasado.

La promoción de Compostela se centrará en Alemania e Italia, pero también abarcará a Francia, Gran Bretaña y Benelux, e incluso dará el salto a Estados Unidos, Canadá, Corea del Sur y Japón.

En A Coruña el único acuerdo vigente en la actualidad es el que mantiene el Ayuntamiento de la ciudad con la aerolínea española Vueling y que asciende a 1,5 millones de euros. Dicha compañía vuela desde Alvedro a Londres, Mallorca, Valencia y Gran Canaria.

Vigo opta por los concursos

En el caso de Vigo, su relación con las aerolíneas no se basa en convenios directos, sino en concursos públicos cuyos requisitos están orientados a las conexiones que operan en la ciudad o las que desde el Ayuntamiento se pretenden abrir. En virtud de ello, la administración local ahora tiene acuerdos con Ryanair para los vuelos diarios a Barcelona, Dublín y Bolonia en verano y a Edimburgo y Bérgamo también en el estío. Con un importe de 4,4 millones, el contrato tiene una vigencia de tres años, venciendo en el ejercicio actual, salvo para los destinos de Edimburgo y Bérgamo, que solo afecta a los dos últimos veranos del programa. El otro acuerdo que se mantiene activo es el financiado por la Diputación de Pontevedra con Air Nostrum por 736.000, a través de un convenio de promoción turística adjudicado por concurso público. Este está vinculado con los destinos veraniegos del 2017 al 2019 a Valencia, Ibiza y Palma de Mallorca.

El Concello ultima un nuevo concurso para cubrir el hueco dejado por el que venció con Air Nostrum por 2,9 millones.

Santiago 1.699.562 €

La empresa municipal de Turismo, Incolsa, centrará buena parte de su promoción en los destinos europeos con los que Lavacolla tiene conexión. Mira también hacia América y Asia.

Vigo 1.712.000 €

El Concello mantiene contratos con Ryanair (4,4 millones en tres años), y la Diputación con Air Nostrum (0,73 por tres años). El primero acaba este año. El segundo, en el 2019.

 A Coruña 1.500.000 €

La ciudad herculina tiene ahora mismo un solo convenio. Está suscrito con la compañía Vueling e incluye el apoyo a sus vuelos a Londres, Mallorca, Valencia y Gran Canaria.

Una coordinación imposible, que se suma a la falta de un plan aéreo autonómico

Tres ministros y dos presidentes de la Xunta se comprometieron a coordinar los esfuerzos de la comunidad en la búsqueda de nuevas rutas y compañías. Pero todos los intentos han sido vanos. Las tres ciudades con aeropuerto en la comunidad gallega asistieron a todas las reuniones de los comités de rutas y órganos de coordinación con la seguridad desde Vigo y A Coruña de que el mayor riesgo era el de que la coordinación acabase significando la centralización en Lavacolla de todo lo que no fueran los vuelos de Madrid y Barcelona. Desde Santiago se receló de compartir su tarta aérea internacional, acuñada durante años por una política centralizadora de Iberia, en su momento, y de la Administración también.

La experiencia de Ryanair demuestra con su apuesta por aeropuertos alejados de las grandes metrópolis, que a la hora de desplazarse para tomar un avión, 80 ó 90 kilómetros no son nada, pero sí lo siguen siendo a la hora de llegar a acuerdos para una cada vez más impensable coordinación aeroportuaria en Galicia que requiera de un acuerdo entre ayuntamientos, administración autonómica y representantes políticos de distintos colores.

La Xunta lo ha visto claro, y su decisión es la de dejar de plantear un plan aéreo autonómico. Feijoo llegó a reconocer que renunciaba respecto de una tarea para la que su Gobierno no tiene competencias. Y quien las tiene, Fomento y Aena, tampoco están por la labor. Por eso se ha impuesto la vía de la ayuda económica, y si no la hay, muchos vuelos desaparecerían del mapa.