El tren del XIX

Eduardo Rolland
Eduardo Rolland LA BUJÍA

VIGO CIUDAD

17 mar 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

La mayor ciudad de Galicia tiene un ferrocarril del siglo XIX. Y no lo tiene de antes porque no existía. El tren de pasajeros no apareció hasta que George Stephenson presentó la Locomotion en 1825, entre Stockton y Darlington, en el Reino Unido. A Vigo, el tren llegó con bastante retraso: en 1881. Y casi siglo y medio más tarde seguimos soportando el mismo trazado y un servicio decimonónico.

Valga como ejemplo el socavón aparecido en la línea con Ourense a su paso por Arbo. Que obliga a suspender la conexión ferroviaria de la ciudad durante casi dos semanas. Hablamos de un corrimiento de tierras en un terraplén que ya estaba allí en 1881, cuando se inauguró la línea. Aquel año reinaba Alfonso XII, el tatarabuelo del actual rey Felipe. Y presidía el Gobierno Práxedes Mateo Sagasta.

Catorce décadas después, Vigo tiene un servicio de trenes tercermundista. Está totalmente desfasado algo que no era malo cuando tendió el trazado la empresa Madrid-Zamora-Ourense-Vigo (que aún persiste como Cubiertas-MZOV, hoy en el grupo Acciona). Los sucesivos gobiernos han postergado cualquier actualización. Y han sumido a la mayor ciudad gallega en la marginación ferroviaria, negando la alta velocidad al lugar donde están los habitantes y, por lo tanto, los pasajeros. Para ir a Ourense o a Madrid, hoy es ya es una triste realidad el tener que dar un largo rodeo por Compostela o bien eternizarse en la perezosa línea que nos lleva «pola beira do Miño». Hablamos de ese trazado infame, del siglo XIX, donde en Arbo se desplomó un terraplén. Son las consecuencias de un completo abandono del Gobierno hacia Vigo.