«Teníamos miedo al 'showroom' de las JAI, pero han superado las expectativas»

María Jesús Fuente Decimavilla
maría jesús fuente VIGO / LA VOZ

VIGO CIUDAD

Oscar Vázquez

El director de la Escuela de Ingeniería Industrial dice que las jornadas han abierto los ojos a los alumnos para ver su futuro

17 mar 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

La organización de las Jornadas de Automatización Industrial (JAI), que ayer concluyeron en la Universidad de Vigo, no está por la labor de organizarlas con carácter anual como sugieren los centros tecnológicos. «Desde siempre el ritmo de la jornadas se lo pregunto a los fabricantes y ellos dicen que de año en año no hay suficientes novedades para que haya información nueva y que no tiene sentido venir a repetirse. Consideran que dos años, como se ha hecho hasta ahora, es un tiempo razonable. Pero visto lo visto, los cuatro que han estado interrumpidas, han sido fenomenales, porque al final, tienen más impacto. Habrá que valorarlo ahora, al acabar todo esto. Ver qué opina todo el mundo y ver qué hacemos. El ritmo de dos años creo que está bien», insiste Ignacio Armesto, organizador del evento.

En un sentido similar se expresa Juan Pardo, director de la Escuela de Ingeniería Industrial, donde se han celebrado las jornadas. «Creo que hacerlas todos los años es un poco complejo y delicado, porque un evento de esta naturaleza requiere mucho esfuerzo. Lo pensaremos, pero a día de hoy lo vemos un poco complicado. Nuestra idea es hacerlas con carácter bianual para que respondan a las necesidades, pero estamos abiertos a analizar esa posibilidad». En una primera valoración asegura estar muy satisfecho con las jornadas. «Creo que han respondido a nuestras expectativas, incluso las han superado un poco. Teníamos algo de miedo por esta pequeña experiencia con el showroom a que la escuela fuese capaz de dar respuesta a ese desafío, pero lo ha hecho. Y para el centro es importante haber dado esta oportunidad, no solo a los estudiantes, sino que las puertas han estado abiertas a las empresas de Galicia y de Vigo. Para nosotros difundir estas oportunidades al mundo empresarial y acercar la Universidad a la empresa es muy positivo», apunta el director de Industriales. Aunque no es la finalidad última de las JAI, admite que pueden generar oportunidades de negocio al establecerse relaciones entre las empresas y los profesionales, que al final dan pie a ello.

Destaca la importancia que esta séptima edición ha tenido para los alumnos: «Les ha servido para que se den cuenta del desafío al que se tienen que enfrentar, han visto las grandes oportunidades que les esperan, porque muchas veces en las aulas, cuando se estudian conceptos más teóricos y abstractos, es muy difícil saber a dónde se quiere llegar, y con esto ven más claro cuál será su futuro. Les han abierto los ojos y para nosotros eso es muy importante». También les ha servido para darse cuenta de que cada vez resulta más indispensable tener una formación amplia y versátil y reforzar lo que siempre les dicen en las aulas. «Si no lo tocan en este contacto con las empresas es más difícil que lo interioricen y lo asimilen», añade.

En la escuela, dice, se está haciendo mucho énfasis, no solo en la formación más técnica, sino también en aquellas competencias transversales que son necesarias para poder abarcar toda la amplitud de posibilidades a las que se van a tener que enfrentar.

Antonio Mateos, director de División de Procesos y Materiales del Centro Tecnológico de Automoción de Galicia (CTAG), recordó ayer en la clausura que algunos estudios de la Comisión Europea estiman que la digitalización de productos y servicios aportará a la industria europea unos ingresos adicionales de más de 110.000 millones de euros anuales en los próximos cinco años y que aumentará el empleo en un 6 %. El modelo empresarial, dijo, se estructurará en base a la capacidad de digitalización, pero habrá que resolver importantes asuntos como la seguridad.

«Lamentablemente existen diferencias importantes en los niveles de digitalización de las grandes empresas y las pymes. La gran mayoría de esta últimas se están quedando rezagadas», advirtió. Para reducir esa diferencia la Unión Europea ha creado un sistema que pone a su disposición. CTAG, centro de competencia de referencia para varias tecnologías de aplicación del automóvil, tiene también como misión apoyar a las empresas del sector en su modernización y adaptación a las nuevas tecnologías en sus productos y procesos de fabricación. Los modelos del automóvil pueden trasladarse a otros sectores.

Mateos dejó claro que una mayor automatización y digitalización de las fábricas reducirá los empleos de baja cualificación dedicados a tareas repetitivas, pero aumentará mucho la demanda de profesionales cualificados con competencias en tecnologías digitales. Según datos de Eurostar, alrededor del 40 % de los trabajadores de la UE tiene un nivel insuficiente en competencias digitales. Las universidades juegan un papel decisivo para asegurar estos profesionales garantizando la disponibilidad de ofertas de formación, reconversión profesional y educación. «Un ejemplo es la Universidad de Vigo y su importante área tecnológica. Nos enfrentamos a retos importantes en la digitalización de nuestra industria y es ahí donde los centros tecnológicos tendrán un papel relevante estrechando colaboraciones con industria, universidad y otros ámbitos», concluyó.

Proponen el cambio de nombre de las jornadas para incluir la digitalización

Desde el punto de vista de Antonio Mateos (CTAG), posiblemente habría que empezar a pensar en cambiar el nombre de las jornadas al ir mucho más allá de la automatización industrial y abarcar todos los campos de la digitalización y la economía de la producción. «A lo mejor tenemos que empezar a hablar no de la automatización, sino de la digitalización». Para Juan Pardo, (Industriales), las JAI obedecen un poco a lo que se venía haciendo en el pasado, «pero es probable que tengamos que reformular el nombre, porque todo esto cambia tan rápido que probablemente tengamos que ampliarlo». En opinión de Ignacio Armesto (organizador), el cambio corre el peligro de que las jornadas pierdan su identidad. «Ahora todo el mundo habla de JAI y si lo cambias por JDI, pierdes la marca, es como si te cambian el nombre del periódico. A lo mejor jornadas de automatización industrial y digitalización podría ser, pero para uno que lleva 14 años manteniendo una marca...», apuntó.