«Me dijo: 'O para mí o para nadie'»

La Voz EFE / PONTEVEDRA

VIGO CIUDAD

Salvador Sas

La auxiliar de Povisa cuya expareja intentó matarla declara por videoconferencia; él admite la autoría

14 mar 2018 . Actualizado a las 16:14 h.

Juan Carlos F., el hombre acusado de clavarle un cuchillo de cocina en el cuello a su expareja en abril del 2015 y posteriormente abandonarla a las puertas del Hospital Povisa de Vigo, confesó ayer que es el autor de la agresión.

«Sí, fui yo el que se lo hizo», reconoció ante el tribunal de la Audiencia de Pontevedra que le juzga por un delito de asesinato en grado de tentativa, por el que la Fiscalía solicita para él una condena de 14 años y 11 meses de cárcel.

La mujer pudo salvar la vida tras ser intervenida de urgencia y pasar 16 días en la uci del hospital Povisa, en el que ambos trabajaban, ella como auxiliar de enfermería y él como celador.

El acusado ha explicado que la acuchilló dos veces, una en el costado y otra en el cuello, y, tras dejarla varios minutos desangrándose en el sótano de su edificio, la llevó en coche hasta las proximidades del hospital en donde la dejó para que la atendieran.

A pesar de este reconocimiento, Juan Carlos F. apeló en varias ocasiones a su «falta de memoria» para dar más detalles de la agresión, por lo que el ministerio público se negó a reducir la petición de condena al entender que la confesión no fue completa.

La víctima, que mantuvo una relación con él durante tres años, sufre graves secuelas físicas y psicológicas desde entonces y ha prestado declaración a través de videoconferencia para no coincidir con el acusado.

A preguntas del fiscal, la mujer explicó que el ataque se produjo en el portal de su casa, a la siete de la mañana cuando salía para trabajar, cuando su expareja, «encapuchado y con la cara tapada», la llevó escaleras arriba y allí, dijo la víctima, él la apuñaló.

Al principio, aseguró, no sabía quién era. Pero tras la puñalada, prosiguió declarando, «me insultó y me dijo que si no era para él no era para nadie» y le reconoció la voz.

«No pude hacer nada», ha relatado la mujer, que recibió una segunda puñalada en el cuello cuando su expareja la condujo hasta el sótano y esta trató de escapar.

Durante un espacio de unos diez minutos, ha explicado, ella se desangraba en el suelo mientras él se quedó mirando y le dijo «estoy esperando a verte morir».

La veía desangrarse

No se inmutó, según la víctima, hasta que ella le aseguró que no le iba a denunciar y que iba a decir que la atacó alguien que se encontró por la calle, y se comprometió a que se casaría con él, tras lo cual el acusado la llevó hasta el coche y la trasladó al hospital.

El acusado fue detenido poco después en su domicilio y los agentes que le arrestaron declararon que, cuando llegaron a la casa, él estaba nervioso y acababa de asearse.

Los forenses, por su parte, destacaron la gravedad de unas heridas que «inexplicablemente» no le produjeron la muerte a la víctima y garantizaron que el acusado, en todo momento, «sabía lo que hacía y lo hizo».