Una excavación arqueológica muestra parte del castro de Toralla

Jorge Lamas Dono
Jorge Lamas VIGO / LA VOZ

VIGO CIUDAD

Durante los trabajos en una parcela de la isla se descubrieron un grupo de extraños objetos cerámicos

09 mar 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

La activación de la cautela arqueológica en una parcela privada en la isla de Toralla ha permitido volver a ver los restos del castro prerromano existente en este espacio. Desde hace semanas, un equipo de la empresa Anta de Moura ha estado trabajando en el lugar para cumplir con las normas establecidas por la Dirección Xeral de Patrimonio, que obligan a realizar trabajos arqueológicos cuando se pretende actuar en un yacimiento conocido, como es el caso de la isla de Toralla.

Aunque han trascendido escasos datos de la labor realizada por estos arqueólogos, sí se conoce que durante los trabajos se han podido localizar unos pequeños objetos cerámicos invertidos. Los especialistas no conocen la utilidad de estos objetos ni su contenido. Hace unos diez años se encontraron unos artefactos similares en una excavación arqueológica realizada en el barrio de Saa, en Camposancos (A Guarda). Si en aquella ocasión se le quiso da una explicación doméstica, en la actualidad se apunta hacia el ámbito ritual.

Estos potes invertidos no fueron encontrados hasta el momento en ningún otro lugar, de hecho, tan siquiera tienen nombre propio, y hasta que se realicen los análisis pertinentes de sus contenidos tampoco se podrá intuir cuál pudo ser su finalidad ni su datación.

La excavación está en estos momentos parada a la espera de que la Dirección Xeral de Patrimonio decida qué se debe hacer ya que hay un proyecto de construcción de una vivienda. Esta parte de la isla, la situada al oeste, ya fue en el pasado objeto de varias intervenciones urbanísticas destinadas a la construcción de viviendas unifamiliares.

En este último mes, los arqueólogos realizaron en el yacimiento una intervención en área, que supuso rebajar toda la parcela, lo que facilitó que volviese a aparecer el castro de esta isla.

Restos púnicos

A través de varias campañas arqueológicas realizadas en los años ochenta y noventa se pudo detectar la presencia de un castro en la isla de Toralla con una datación que hace pensar que estaba ya en activo en el siglo VII a. C. En él se pudo detectar materiales que lo conectaban con el sur de la península. Es junto con el castro de Alcabre, el que posee una cronología más antigua de cuantos se encuentran en el municipio de Vigo.

Entre esos materiales se encuentra un cipo púnico, del siglo V a. C, que demuestra los contactos existentes en aquella época con las colonias fenicias del sur de la península. Este elemento, al igual que el altar de Alcabre, dentro del Museo do Mar de Galicia, fue levantado por los comerciantes mediterráneos para favorecer las transacciones que realizaban con los pobladores de estas tierras. Junto con este elemento se encontraron restos cerámicos asociados al paso de estos comerciantes por estas costas.

En Toralla se hallaron restos de enterramientos posteriores, ya encuadrados en la ocupación romana. Esta parte, la dedicada a los enterramientos, se encuentra en el extremo opuesto a la ubicación del castro. Cuando el profesor de la Universidad de Vigo Fermín Losada realizó la excavación en la villa romana de la finca de Mirabell, estableció que los enterramientos de los habitantes de la villa se realizaban en la isla. Incluso, se confirmó que en algún momento de este período, la isla de Toralla estaba unida al continente a través de una lengua de arena.