«Mi primera película la quiero rodar en Coia, mi barrio»

B. Villaverde / B. R. Sotelino VIGO / LA VOZ

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HBO compró para Estados Unidos y América Latina al director vigués Pedro Sancho su último corto, «La Madrina»

07 mar 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

El cortometraje La Madrina, dirigido por el vigués Pedro Sancho y escrito por Juanma Pina, ha conseguido romper el techo de cristal de los realizadores. Escasos ejemplos hay de producciones gallegas que hayan cruzado el charco. Menos aún, desde que las plataformas de televisión bajo demanda son las reinas del audiovisual. Pues HBO Latino ha comprado los derechos del corto vigués para su emisión en Estados Unidos. A Pedro Sancho ya lo conocían los que en Vigo están al tanto de propuestas novedosas, como cuando en el 2015 llegó dirigiendo una obra teatro en una peluquería del Casco Vello. Pero es en el terreno cinematográfico donde Sancho se afianza a cada paso. La Madrina, que también fue nominado a los premios Mestre Mateo, es su quinto cortometraje. Los derechos de emisión y el comité antispoilers le impiden revelar todos los detalles.

-¿Qué se puede contar sobre la película?

-Es la historia de la madrina de una boda un poco disparatada en la que tiene que tomar unas decisiones bastante radicales. La historia no es mía. El guion lo escribió mi amigo Juanma Pina. Tenía ya ganas de rodar algo que no hubiese escrito yo, como en todos mis anteriores cortos. Le dije que me escribiese una comedia, él me pidió una premisa y yo le propuse que transcurriese en una boda pero que la protagonista no fuera la novia.

-Aunque es vigués, vive en Madrid y el corto se rodó allí, pero hay algún guiño local, ¿no?

-Sí. Yo soy de Coia, en concreto, y me apetecía meter alguna referencia. En la boda, por ejemplo, uno de los personajes femeninos, el de la amiga que nadie querría tener, papel que hace Raquel Guerrero, asegura que pasa «mucha hambre en Vigo». Y no se refiere a la comida (risas).

-¿Cómo dio con la protagonista?

-A través de la actriz María Roja, que conocía a Sheila Fariña, que hace de la novia. Ella, a su vez, conocía a Arancha Aranguren, que es la madrina. Ambas estaban grabando la serie Acacias cuando me la presentó. Con es papel ya ganó en el premio a la mejor actriz en Cans en la última edición y es muy difícil que te premien por una comedia.

-¿Cómo ha sido la aventura de financiar el proyecto?

-Siempre digo que no tengo hijos, no tengo coche, no tengo piso, voy ahorrando y cuando tengo un dinero lo destino a proyectos de este tipo, de cine o de teatro. Además, en los cortos te rodeas de amigos que normalmente no te cobran. Todo el dinero se van en pagar los equipos, cámaras, focos y en darle de comer a todos ellos mientras trabajamos.

-¿Se recupera la inversión?

-Voy teniendo suerte porque siempre he ido recuperado lo invertido. Con HBO hasta ganamos algo, aunque es simbólico y ya está en la hucha para el próximo proyecto.

-¿Cuál es?

-He escrito un cortometraje que voy a rodar este verano en Vigo para el que hemos pedido por primera vez una subvención. A ver si hay suerte y nos la dan.

-¿Cómo surgió la oportunidad de negociar con HBO?

-Fue una conexión entre distribuidoras. Nosotros tenemos el corto con la agencia Freak y ellos y les llamó otra que les dijo que en HBO lo habían visto y estaban interesados en él. Me llamaron y llegamos a un acuerdo. Son gente muy seria.

-¿Dónde se puede ver?

-Es el canal HBO Latino de Estados Unidos y Latinoamérica, así que por ahora no se puede ver aquí porque tienen los derechos por dos años de emisión en cualquier tipo de plataforma digital. Está en emisión desde el 1 de enero. Movistar Plus quería comprar pero no se puede. De todas formas siempre digo medio en broma que tengo dotes de comercial porque mi anterior corto me lo compró una televisión francesa y también una japonesa, aún no sé por qué.

-¿Falta poco para poder abordar un largometraje o no está en sus planes?

-Tengo ganas. Defiendo el corto como género, pero es cierto que aspiro algo mayor. Cuando ruedas un largo, manejas entre 10 y 15 páginas. La obra de teatro duraba hora y media y andaba sobre las cien páginas y fue como quitarme el mono mientras no llega la película. De todas formas, aún lo veo como un proyecto lejano, pero cada vez menos. Creo que en cuatro o cinco años se hará realidad. Tengo una idea que puede salir del corto que voy a hacer en Vigo, en Coia. Mi primera película la quiero rodar en mi barrio. La historia da para un largo y estoy madurando ese proyecto, que va a ser muy vigués.

Hace dos años dirigió una obra de teatro en una peluquería

La comedia Lavar, Marcar y Enterrar. Historias de una peluquería en serie fue todo un éxito en Vigo. «Llenamos todos los días», recuerda de la obra en la que actuaba la actriz Uxía Blanco, que poco después llegaba a concejala. El proyecto surgió tras asistir en Madrid, donde reside, a la obra que entonces se representaba en el Teatro Lara.

En una visita a Vigo, su amigo el peluquero Gustavo Vilela le sugirió que rodase algo en su negocio. «Fue entonces cuando empecé a darle vueltas a la adaptación al gallego de la función», cuenta. La comedia nació hace cinco años para ser representada en una peluquería, y debido a su éxito dio el salto a los teatros. Primero en el Teatro Príncipe y luego en el Lara.

Estudios. Hizo y terminó la carrera de arquitectura en A Coruña aunque ya escribía guiones.

Trabajo. Vive en Madrid y allí trabaja como diseñador gráfico, empleo que le permite compaginar con su amor por el cine.