Los equipos están en habitaciones de aislamiento de enfermos con leucemia y en zonas comunes de psiquiatría
05 mar 2018 . Actualizado a las 05:00 h.El Complejo Hospitalario Universitario de Vigo (Chuvi) acaba de incorporar a sus habitaciones quince bicicletas estáticas. Son ocho para las salas comunes de psiquiatría -cuatro en el Hospital Álvaro Cunqueiro y cuatro en el Nicolás Peña- y siete para las habitaciones de hematología. La dirección del complejo dice que son para fomentar el ejercicio físico entre los pacientes con hospitalizaciones de larga estancia.
Hematología es un claro ejemplo de esta situación. Es en su planta donde se ingresa a las personas con leucemia, linfoma o mieloma, que con frecuencia precisan un trasplante de médula y esto les obliga a estar más de un mes en aislamiento total para no contraer ninguna enfermedad en un momento en el que se quedan sin sistema inmunológico. Todas las habitaciones para pacientes aislados tienen una bicicleta estática. El Sergas asegura que también hay steps, pelotas, mancuernas y cintas elásticas. En los espacios comunes de la planta hay también una bicicleta y una cinta de correr. Para ello, se ha puesto en marcha un programa de entrenamiento físico junto con el servicio de rehabilitación, que permite que el ejercicio que hacen los pacientes en condiciones difíciles esté controlado y pautado por profesionales.
El llamado trasplante de progenitores hematopoyéticos también provoca alteraciones fisiológicas y psíquicas como disminución de la capacidad cardiorrespiratoria, debilidad muscular, fatiga, dolor, problemas gastrointestinales y depresión o ansiedad. En todo ello, el ejercicio físico puede contribuir a la recuperación funcional del paciente, tanto antes como después del trasplante.
51 trasplantes
La jefa de servicio de hematología, Carmen Albo, dice que la posibilidad de hacer ejercicio físico en las habitaciones es una de las cuestiones que más valoran los pacientes. El año pasado, se realizaron 51 trasplantes de médula en el Hospital Álvaro Cunqueiro. 26 de ellos fueron autólogos -con las células del propio paciente-, trece fueron alogénicos de un donador pariente del enfermo -alguien de la familia que es compatible, porque el trasplante autólogo era inviable- y doce de un donante no emparentado. Para estos casos, existe un sistema de donantes para todo el país, no se hacen campañas para casos concretos.
En psiquiatría el problema es similar. Hay ingresos que se prolongan, sobre todo en el Nicolás Peña, donde están los pacientes de largas estancias. El deporte en general produce beneficios psíquicos, pero también físicos para gente que no sale del hospital. Además, en el Nicolás Peña hay consultas para pacientes ambulatorios, que son los que viven en sus propias casas. Próximamente, según el Sergas, se permitirá también a estar personas el acceso a las máquinas deportivas.