Ninguna de las grandes ciudades de España deja sin bonobús a los no empadronados

carlos ponce VIGO / LA VOZ

VIGO CIUDAD

Oscar Vázquez

En todas las urbes se puede viajar con descuentos sin tener que demostrar la residencia, aunque algunas sí la exigen para precios superreducidos como los de pensionistas y parados

25 abr 2018 . Actualizado a las 18:59 h.

Vigo se queda sola en España a la hora de aplicar descuentos en el transporte urbano únicamente a los empadronados en la ciudad. Las mayores urbes españolas plantean bonos para todos los viajeros sin hacer distinción alguna en función de su procedencia. Ya sea en bus, en metro o en ofertas combinadas, existen billetes especiales diarios, semanales, mensuales o incluso anuales con descuentos especiales para todos, según un estudio realizado por La Voz entre las 20 ciudades más pobladas.

Madrid, por ejemplo, plantea un bono mensual de 54,60 euros para viajes ilimitados por la zona central de la ciudad tanto en bus como en metro, además del billete de diez viajes. No se exige residencia en la ciudad, como hará el Concello vigués a partir de abril, cuando solo la tarjeta Pass Vigo sirva para viajar a precio reducido en Vitrasa y se exija el empadronamiento. La tarjeta verde lo venía exigiendo desde el 2014, pero en ese momento no se retiraron las que ya circulaban, por eso no hubo protestas.

Zaragoza tiene más del doble de población que Vigo. Allí hay un bonobús que, si bien tiene un coste de expedición (5 euros más 2 de fianza, mientras que la Pass Vigo es gratuita), permite un descuento de 74 céntimos por trayecto. La tarjeta no exige empadronamiento, al igual que otras ciudades como Barcelona, Málaga, Sevilla, Gijón o Bilbao. Varias tienen tarjetas mensuales, que aquí no existen.

Sí hay diferencias entre los viajes bonificados para colectivos especiales, que van a precio más reducido. Madrid, Valencia o Málaga, entre otras, plantean diferentes abonos y tarjetas para empadronados con ventajas especiales, pero son para personas de más de 65 años o pensionistas, las que tienen algún tipo de discapacidad o de dependencia y personas sin recursos. Todos estos colectivos deben tener fijada la residencia, como en Vigo. La diferencia es que para los bonobuses ordinarios de esas ciudades no se exige el empadronamiento.

El alcalde de Vigo, Abel Caballero, insiste, no obstante, en que no está previsto la expedición de ningún bono comercial para el servicio de transporte urbano de Vigo, que tiene unos «precios adecuados, tirando a bajos». Ya ha dejado claro al resto de municipios del área metropolitana que, si quieren tener descuentos en el Vitrasa, esas bonificaciones no serán financiadas con cargo a los presupuestos de Vigo, sino que tendrán que salir de las arcas de cada Concello. El regidor ha rechazado reunirse con sus homólogos de Mos y Redondela para tratar este asunto y se espera que se entreviste con el Cangas. Caballero ha instado a los alcaldes de Mos y Redondela «que se dejen de engañar a sus ciudadanos». Los regidores de esos tres municipios ya manejan informes jurídicos que permiten ir a los tribunales porque consideran que la medida es ilegal.

Las capitales europeas y mundiales no hacen distinciones

Europa también camina en una línea diferente a la que plantea el alcalde de Vigo. Todas las grandes ciudades del mundo cuentan con sus sistemas de transportes urbanos con una gran oferta de abonos tanto para turistas y visitantes como para empadronados. No hacen ningún tipo de distinción y los precios son los mismos para todos.

Londres ofrece paquetes de ahorro para viajar sin límite. Diarios, a un precio de 12,10 libras, y semanales, a 32,90, entre otras muchas opciones. Si en otras ciudades pueden existir dudas sobre si comprar o no billetes individuales, en Londres se disipan, pues cuesta 4,90 libras.

Berlín plantea bonos diarios a 7 euros y semanales a 30 sin ningún tipo de ventajas para empadronados. Tampoco existen ventajas de ningún tipo para empadronados.

Ni en París, que ofrece varias tarjetas de transporte de distinta periodicidad con descuentos interesantes.

Tampoco al otro lado del Atlántico. Nueva York ofrece la denominada Metrocard, un abono transporte que puede ser semanal, a un precio de 32 dólares, o mensual 121. Teniendo en cuenta que garantizan viajes ilimitados y que el billete ordinario se ofrece a 3 dólares, suponen un importante ahorro para los que se decanten por estos bonos.