«El bus es caro, subo andando al Xeral»

c. ponce VIGO / LA VOZ

VIGO CIUDAD

M.MORALEJO

Ciudadanos que usan el Vitrasa a diario sin estar empadronados lamentan la pérdida de los descuentos

04 mar 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Falta menos de un mes para que se acaben los descuentos en el Vitrasa para todos ciudadanos que no estén empadronados en Vigo. La tarjeta verde dejará de tener efecto en favor de la nueva Pass Vigo, que solo podrán tener los empadronados en la ciudad olívica. Los vecinos de los municipios del área metropolitana pasarán a pagar el billete ordinario, 1,35 euros, en lugar de los 0,89 que abonaban hasta ahora. 46 céntimos por viaje es una diferencia sustancial, especialmente para los que tienen que utilizar a diario el bus urbano, como los vecinos de O Morrazo, que llegan a Vigo en barco y desde la estación marítima tienen que coger un Vitrasa para llegar sus trabajos, o para los de Chapela, adonde sí llegan las líneas de autobús pero ya no el bonobús.

Moaña

«Subo andando hasta el Xeral todos los días porque el Vitrasa es muy caro». La moañesa Eva Parada trabaja como empleada del hogar en una casa cercana al viejo Hospital Xeral. Llega todos los días en el barco de las 6.00, pero no está dispuesta a coger un Vitrasa para llegar hasta su trabajo por un precio que considera excesivo. «Los vigueses pueden coger el barco con descuento para ir a Moaña y a Cangas y nosotros tenemos que pagar el billete normal en el Vitrasa», se lamenta Parada. Incluso bromea con las nuevas rampas automáticas que el Concello plantea construir en la Gran Vía. «A lo mejor también son solo para empadronados».

«No venimos a Vigo por gusto. José Carlos Millos, vecino de Moaña, tiene que acudir habitualmente a Vigo por motivos personales. Viaja en barco y luego coge el Vitrasa. «Muchos no venimos por gusto. La gente de Nigrán, de Baiona, de O Morrazo tiene que venir al hospital a Vigo, no queda otra».

Cangas

«¿Somos de otro planeta?». Margarita Cruz también tiene que acudir a la ciudad con asiduidad. En la última semana ha hecho varios viajes para llegar a Povisa. «Los que no somos de Vigo tenemos los mismos derechos. ¿O somos de otro planeta?». Al igual que Eva Parada, considera injusto que los vigueses puedan pagar el billete reducido de barco gracias al plan de transporte metropolitano, que financian la Xunta y los ayuntamientos salvo el vigués, y los vecinos de O Morrazo no tengan las mismas ventajas en el Vitrasa.

«Tengo que venir a clase todos los días». María Vilariño estudia un ciclo de laboratorio en el instituto Manuel Antonio de Vigo. «No me queda otra que venir todos los días. Ya no me molesté en pedir información sobre la tarjeta verde porque sabemos que la Pass Vigo no nos valdrá a los que no somos de aquí», se lamenta. Muchas de sus compañeras de clase proceden de Cangas o de Moaña y se encuentran en la misma situación».

«Es una ocurrencia». Maite Novas acude varias veces a la semana a Vigo por trabajo. Considera excesivo el precio que los vecinos que no están empadronados en Vigo tienen que pagar por los trayectos en Vitrasa. «Discriminar por empadronamiento para fijar los descuentos es una ocurrencia más de Abel Caballero». Novas considera que todos los vecinos del área metropolitana deberían ser considerados como iguales y no hacer distinciones entre ellos.

Chapela

«Hace siete años que tengo la tarjeta verde y ahora me la quitan». Javier Alonso vive en Chapela, una de las parroquias más castigadas por la pérdida del bonobús, que tienen alrededor de 3.000 chapelenses. Alonso lleva siete años con la tarjeta verde y disfrutando de los descuentos del Vitrasa. Ahora tendrá que pagar 46 céntimos más al día en cada uno de sus viajes, porque hace varios. «Me gusta ir a Vigo a pasear, lo llevo haciendo toda la vida. No entendemos por qué nos quieren hacer pagar más», se lamenta el chapelense.

«No descartamos acudir al Valedor do Pobo». El presidente de la asociación de vecinos de Chapela, Marcial Pérez, y uno de los afectados por la próxima pérdida de los descuentos en el Vitrasa, asegura que no descartan acudir al Valedor do Pobo para frenar al gobierno local de Vigo. «Se deberían mantener las tarjetas verdes hasta que la Xunta y el Concello de Vigo se pusiesen de acuerdo en el tema del transporte metropolitano. Es injusto que se discrimine por cuestión de empadronamiento en algo tan básico como el transporte», valora el presidente vecinal.

La concesión de Vitrasa finaliza en el 2019

La concesión del transporte urbano de Vigo a Vitrasa finaliza en diciembre el 2019 tras 25 años. El precio tanto del billete ordinario como del bonificado ha vivido una constante evolución salvo algún año que Caballero lo congeló. En el 2016, el Concello le pagó a Vitrasa más de 13 millones de euros para compensar el bonobús. Más de un millón lo pone el Gobierno central.

Los estudiantes no perderán las bonificaciones aunque no estén empadronados

Los estudiantes de la Universidad de Vigo y de los diferentes centros de estudios que no estén empadronados en la ciudad olívica respiran tranquilos. Podrán seguir disfrutando de los descuentos que tenían hasta ahora en la tarjeta verde ya que, por su condición de estudiantes, podrán hacerse la Pass Vigo. Seguirán pagando los 0,86 euros que pagaban hasta ahora (los universitarios 0,67), sin requisito alguno de empadronamiento.

Los centros de estudios vigueses y sobre todo la Universidad se nutren de centenares de alumnos procedentes de municipios no solo del área de Vigo, sino de toda Galicia, que utilizan en la mayoría de casos el Vitrasa a diario para asistir a clase.

La mayoría de los alumnos ya han recibido la información de la Pass Vigo a casa, recordándoles que la tarjeta verde dejará de tener validez a partir del 31 de marzo y que tendrán que sacarse el nuevo documento para seguir disfrutando de un precio reducido.

Los pensionistas empadronados en Vigo tampoco se verán afectados y seguirán viajando gratuitamente en todos los trayectos en el Vitrasa con la Pass Vigo.